La Conselleria de Educación ha apartado cautelarmente de sus funciones al profesor de Secundaria detenido la semana pasada por supuesto acoso de carácter sexual al menos a cuatro alumnas, aunque la actividad en redes sociales del acusado hace sospechar que podrían ser muchas más. Así lo han confirmado fuentes de Educación a preguntas de Levante-EMV, que adelantó en exclusiva el caso el pasado sábado, un día después de que el detenido fuera puesto a disposición judicial.

La decisión de la conselleria es consecuencia, en buen medida, de la imposición de cuatro órdenes de alejamiento de otras tantas alumnas a que ha sido sometido el profesor, lo que hace inviable que acuda al centro escolar. Tal como informó este diario, el detenido, de 44 años, fue detenido el miércoles pasado por el equipo de Policía Judicial de Riba-roja en su domicilio. Dos días después, el viernes, fue entregado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Llíria, que decretó libertad provisional (con cargos) y dictó sendas órdenes de alejamiento sobre las cuatro menores que finalmente formalizaron la denuncia. Esa medida implica que no puede acercarse a menos de 200 metros de cualquiera de ellas ni de sus domicilios o lugares que frecuenten y, además, le impide ponerse en contacto con ellas a través de cualquier medio.

Una charla policial

El caso se destapó gracias a una de las charlas sobre grooming -táctica que utilizan los pederastas adultos haciéndose pasar por menores en internet y las redes sociales para ganarse la confianza de niños y adolescentes con fines sexuales- y otros métodos de acercamiento de los pedófilos que impartieron dos agentes de la Policía Local del municipio donde se encuentra el instituto, y que este diario no desvela para preservar el anonimato de las víctimas.

Al escuchar el contenido de las charlas, una de las menores desveló que en el centro había un profesor que acosaba obsesivamente a alumnas suyas de tercero de la ESO a través de Instagram. En algún caso, ese acoso había comenzado un año antes y el profesor coaccionaba, supuestamente, a sus alumnas para que le aceptaran como seguidor en esa aplicación. Cuando los agentes, según consta en las diligencias judiciales entregadas en el juzgado, empezaron a hablar con más chicos, descubrieron que un porcentaje elevado del alumnado del centro conocía perfectamente los hechos, si bine nadie había dado el paso de denunciar.

La intensa labor llevada a cabo por los dos policías locales y una funcionaria de los servicios sociales del mismo municipio terminó por armar un atestado en el que se reunieron suficientes evidencias como para que la Guardia Civil detuviese al investigado.

De hecho, en uno de los casos hay conversaciones con contenido sexual explícito a través de Whatsapp, lo que ha dado pie a continuar con la investigación para tratar de saber en cuántas ocasiones ha pedido a sus alumnas, que tienen entre 14 y 15 años, imágenes o vídeos de carácter sexual, algo que, según se ha descubierto ahora, ya hacía en otros destinos docentes anteriores.