Una mujer de 29 años, Beatriz Arroyo Hernáiz, fue asesinada en la madrugada de ayer en una vivienda de Port Saplaya (Alboraia), por su pareja, un hombre de 49 años, que se quitó la vida diez horas más tarde, al llegar a la finca los primeros policías locales, que iban en busca de la mujer tras la alarma lanzada por su madre. Beatriz, que según todos los indicios fue estrangulada, se ha convertido en la víctima número mil de la violencia machista en España desde que comenzaron los registros oficiales de feminicidios en el seno de la pareja, en el año 2003. Es la cuarta mujer asesinada este año en la Comunitat Valenciana en un crimen de género y la vigésimo tercera que se produce en toda España este año.

El asesinato de Beatriz, a falta de confirmación definitiva tras los resultados que arroje la autopsia que se le practicará mañana en el Instituto de Medicina Legal (IML), fue perpetrado en torno a la una de la madrugada, según la estimación inicial del forense que acudió al domicilio. Los primeros indicios apuntan a que fue estrangulada, aunque habrá que esperar a hoy, cuando finalice el examen forense, para confirmar esa sospecha, basada en las señales apreciadas por el forense que examinó el cuerpo en el lugar de los hechos.

A partir de ese momento, el autor del crimen, Viorel Parfene, estuvo dando vueltas por la casa y pensó en matarse, pero no llegó a consumar el suicidio. Lo intentó realizándose cortes poco profundos en las muñecas y también en el pecho, aunque ninguna de las heridas era grave. Después, abrió la espita del gas, para provocar una explosión o morir asfixiado, aunque tampoco respiró suficiente como para acabar con su vida. Finalmente, el asesino, viéndose descubierto y acorralado, decidió saltar desde el balcón de su vivienda, en un quinto piso, y poner fin a su vida. Viorel sufrió heridas gravísimas y, aunque el equipo médico del SAMU desplazado al lugar trató de reanimarlo durante minutos, acabó falleciendo.

Se mató al saberse acorralado

El asesinato tuvo lugar en el piso que ambos compartían, en el número 12 de la calle Unión de Port Saplaya. Se trata de uno de los callejones interiores, de acceso peatonal, de ese complejo residencial al borde del mar. Según varios conocidos de Beatriz, ella había tomado la decisión de romper la relación, por lo que todo apunta a que Viorel la mató cuando ella le anunció su decisión.

La Policía Local recibió la llamada del 112 pasadas las nueve y media de la mañana, después de que la madre de Beatriz llamase a emergencias en busca de ayuda. La mujer se mostró preocupada porque le acababa de llamar el jefe de Beatriz para preguntar si le ocurría algo, ya que, pese a su habitual puntualidad, no se había presentado ayer en su puesto ni había advertido de que no fuese a ir. La mujer detalló que ni su hija ni la pareja de ésta contestaban a sus llamadas ni mensajes. La Policía Local de Alboraia empezó a hacer gestiones para localizar tanto a Beatriz como a Viorel, pero tampoco hubo respuesta a estas llamadas.

Una patrulla se desplazó entonces a la casa, pero nadie abrió la puerta. Así las cosas, y dado que desde el exterior se percibía un fuerte olor a gas, los agentes pidieron la presencia de los bomberos para acceder al domicilio.

Fue en ese momento, ya cerca de las once de la mañana, cuando Viorel, viéndose acorralado, saltó desde el balcón y cayó en la acera que da a una de las dársenas de Port Saplaya, sin que llegase a responder a los requerimientos de los agentes.

Cuando los bomberos por fin abrieron la puerta, encontraron el cuerpo sin vida de Beatriz y, cerca de ella, el cuchillo empleado por Viorel para autolesionarse.

Al lugar acudieron agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Moncada, aunque finalmente el caso ha quedado en manos del equipo Mujer-Menor (Emume) de la Comandancia de València, al tratarse de un crimen machista.

Como en muchos otros casos de violencia de género extrema, tampoco en este había denuncias previas de malos tratos, lo que no significa que no los hubiera. Tampoco los servicios sociales de Alboraia tienen registro alguno en relación con Beatriz, según las fuentes consultadas ayer por este diario.