Una mujer víctima de malos tratos, que estuvo a punto de morir tras ser empujada presuntamente por su expareja -sobre el que pesaba una orden de alejamiento- desde la ventana de un tercer piso en Sagunt, ha decidido retirar su acusación contra el maltratador al comienzo del juicio celebrado esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de València. Pese a que la mujer ha declarado que no recordaba si su excompañero la empujó o se cayó ella, la Fiscalía ha mantenido los cargos por tentativa de homicidio contra el acusado al entender que la víctima está actuando atemorizada ante posibles represalias. Así, la fiscal solicita penas que suman los doce años de prisión por dicho delito, así como por el allanamiento de morada y el quebrantamiento de la medida cautelar.

Por su parte, el acusado, de 35 años y nacionalidad española, simplemente se ha limitado a negar los hechos y ha optado por acogerse a su derecho a no declarar. Ni siquiera ha respondido a las preguntas de su letrada para dar una explicación sobre lo sucedido aquel día. La agresión fue presenciada por la hija común de ambos, que en ese momento tenía apenas cuatro años de edad.

Los hechos ocurrieron el 8 de febrero de 2018 sobre las 21.00 horas cuando el procesado, a "sabiendas de las prohibiciones que estaban en vigor y con total desprecio por las mismas", según remarca la fiscal en su escrito, acudió al domicilio de su expareja en Sagunt, con ropa negra y capucha, "con la intención de sorprenderla y atentar contra su integridad física".

Aprovechando que la puerta de la finca estaba abierta se coló en la misma y esperó a que su ex saliera para sacar a los perros a pasear. En ese preciso momento que abrió la puerta de la vivienda la empujó hacia dentro y comenzó a insultarla.

"Cerró la puerta con llave y se la guardó en el bolsillo", recordaba la víctima, quien sí ha relatado en su declaración los instantes previos a la caída. "Me quitó el teléfono y empezó a revisar las llamadas, me llamaba puta, me decía que por su culpa no podía entrar en Sagunt". Todo ello con la niña de cuatro años delante, quien no paraba de llorar.

La mujer reconoce que le pidió que se fuera de casa, que parara, todo ello ante las preguntas de la Fiscalía, ya que en todo momento trataba que su declaración fuera lo más aséptica posible, sin cargar las tintas contra su agresor.

"Le tengo miedo, yo iba hacia atrás huyendo, hacia la cocina y lo siguiente que recuerdo es que me despierto en el suelo y que sentía mucho frío", explica sobre la caída al deslunado, que fue amortiguada por un techo de uralita. La mujer sufrió un traumatismo craneoencefálico que le hizo perder el conocimiento y tuvo que ser hospitalizada, como ya informó en su día Levante-EMV.

"No recuerdo que me empujara pero tampoco haberme caído", sostiene la mujer. Su preunto maltratador ya había sido condenado a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a 16 meses de prohibición de acercarse a menos de 200 metros de ella por un delito de maltrato habitual. Condena a la que siguieron varias más por numerosos quebrantamientos, que le acarrearon hasta seis meses de prisión.