Las imprudencias y las malas decisiones no combinan bien con estar al volante. Así ocurrió el pasado jueves, cuando dos agentes de la policía local de Picanya detuvieron por la tarde a un joven que empotró un coche contra un adoquín de separación del carril bici, quedando el vehículo totalmente destrozado y en medio de la calzada. Las circunstancias del suceso hablan por sí solas. El conductor del turismo accidentado carecía del obligado carnet de coche y dio positivo en el test indiciario de consumo de drogas, presuntamente por haber consumido marihuana y cocaína. Su acompañante -con antecedentes policiales por tentativa de homicidio- también fue arrestado, ya que era consciente de que su amigo no tenía carnet y se le acusa como cooperador necesario para la perpetuación de un delito contra la seguridad vial.

El vehículo quedó totalmente siniestrado dada la inexperiencia del joven conductor y permaneció un tiempo en medio de la calzada, convirtiéndose en un obstáculo para el resto de usuarios de la vía y generando un nuevo peligro para los conductores. Tras su identificación y posterior detención, ambos jóvenes deberán de dar cuenta de los hechos ante la autoridad judicial, pudiendo repercutir sobre ellos penas privativas de libertad además de la sanción pecuniaria que pueda establecer el juzgado que enjuicie la causa.