Dos hombres armados con una pistola asaltaron en abril de 2016 al párroco de una iglesia de Godella en la vivienda parroquial para robarle. Los asaltantes lo encañonaron colocándole el arma de fuego y lo maniataron con cinta americana a la cama y se apoderaron de un botín de 1.300 euros. Uno de los acusados por aquel robo con violencia ha reconocido los hechos esta mañana en el juicio y ha aceptado una pena de cinco años de prisión, mientras que el otro presunto atracador permanece en busca y captura.

Los hechos ocurrieron sobre las 7.30 horas del 27 de abril de 2016 cuando los dos atracadores irrumpieron en la vivienda del párroco, en la calle Abadía de Godella, tras hacerse pasar por mensajeros. Los delincuentes fingieron que traían un paquete y una vez que el cura les abrió la puerta lo empujaron violentamente hacia el interior del domicilio. "¡Dame toda la plata!", le gritaban tras tirarlo al suelo y colocarle un arma de fuego en la nuca.

El único acusado que se ha sentado ante el juez esta mañana, ya que su cómplice permanece en paradero desconocido, ha confesado los hechos y ha aceptado una pena de cinco años de prisión por un delito de robo con violencia en casa habitada en concurso con el de detención ilegal. Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitaba una pena de diez años de cárcel.

Tras llegar a un acuerdo de conformidad la Fiscalía y la defensa del procesado, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de València ha condenado al acusado, de nacionalidad brasileña, a una pena de cinco años de cárcel, además le impone una prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima del robo durante un plazo de diez años.