En el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de València también se juzga la paliza que el acusado propinó a su pareja el 13 de octubre de 2017, diez días antes del intento de homicidio, de la que informó en exclusiva Levante-EMV. Esa noche el procesado, que estaba con su hermano y sus dos hijos, le pidió que sacara unas cervezas de la nevera, y cuando la víctima vio que no quedaban se fue rápidamente a comprar más. A su regreso su pareja comenzó a increparla, con insultos y amenazas de todo tipo, llegando a propinarle puñetazos en la cabeza.