El hombre detenido por tirotear la casa de su hermano en Godelleta, en la que dormían el hombre, su mujer, su hijo de 19 años y otro menor, ha alegado ante la Guardia Civil y ante el juez que actuó airado porque, según él, su hermano le había rajado dos ruedas de su coche unas horas antes.

Así lo ha manifestado durante su comparecencia ante el juez de Requena que lleva el caso, a quien explicó que la noche anterior se había ido de fiesta a un pueblo cercano a Chiva. Según relató, al salir vio que alguien le había rajado dos de las ruedas de su coche. Desde el principio, pensó que el autor había sido su hermano, con quien llevaba varios años sin hablarse.

Con esa 'certeza' en mente, se subió al coche y, pese a que llevaba ambas ruedas sin aire, condujo hasta la casa de sus padres, donde reside, y sin advertir a nadie de lo que iba a hacer, abrió el armario donde su progenitor guarda las escopetas de caza y cogió una de ellas, así como varios cartuchos.

Luego, se fue a la vivienda en la que reside su hermano con su mujer y sus hijos, en la urbanización Marisan de Godelleta, y , sin más, abrió fuego sobre los tres coches de su pariente, aparcados en la calle, frente a la casa, tal como informó ayer en exclusiva Levante-EMV.

Además, efectuó un disparo contra el balcón de la habitación principal, donde dormían su hermano y su cuñada, que abrió un boquete en el cristal de cerramiento y sembró de perdigones la persiana plástica. En total, fueron diez tiros y, por fortuna, no hubo heridos.

Luego, se enzarzó con un vecino que salió en defensa de su pariente y llegó a meterse en el jardín del chalé que, al parecer, ocupa ilegalmente -la manzana de viviendas nunca llegó a ser entregada por el promotor por problemas económicos, pero ahora todos están habitados pese a continuar inacabados-. Esa incursión le ha valido que, además, la Guardia Civil le haya imputado un delito de allanamiento de morada -aunque la ocupación sea ilegal, constituye un domicilio, por lo que es inviolable- y otro de amenazas.

Tras realizar los disparos, se fue corriendo, perseguido por los moradores de la casa. Casi al mismo tiempo, llegaban a la zona el padre y otros familiares, después de saber lo que iba a hacer su hijo. Al parecer, el tiroteado no se hablaba ni con el hermano, ni con el padre por desavenencias que hunden sus raíces varios años atrás.

En libertad, pero con alejamiento

El detenido fue entregado a las 12.00 horas de ayer en el juzgado de Requena que instruye la causa, después de que los agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja, que habían asumido el caso, terminaran el atestado y la ronda de declaraciones de todos los implicados, incluidas las víctimas.

Tras esa comparecencia, el juez dictó libertad provisional hasta la celebración del juicio, pero le ha impuesto una orden de alejamiento de su hermano y de la familia de este para evitar nuevos incidentes.

De hecho, la Guardia Civil mantiene bajo vigilancia a los afectados, para evitar nuevos episodios como el ocurrido a primera hora del pasado jueves.