Rita Jeannine, de 57 años, había intentado acabar con la relación. Le aterrorizaban los arrebatos de cólera de Daniel Aloise, de 61 y su compañero desde hacía cuatro años. Rita, según explicaron ayer conocidos de la pareja, llegó a pasar alguna noche en un hotel. Ocurría tras una de esas violentas discusiones en las que él mostraba su rostro más agresivo. En la madrugada del lunes, Daniel la mató al asestarle una puñalada en el corazón con un cuchillo de cocina.

La pareja, ambos de nacionalidad belga, llevaba dos años y medio residiendo en Calp. Sin embargo, se empadronaron hace sólo cuatro meses. Vivían en un moderno chalé de la partida de la Vallesa, en la urbanización Villas del Sol.

El domingo era un día importante para la nutrida comunidad belga de Calp. Celebraban su día nacional. Rita Jeannine J. Suy y Daniel Aloise Lawers acudieron a los bares de la avenida de la Rosa de los Vientos (está en la turística zona de la playa de la Calalga). Allí abundan los locales de ocio regentados por residentes belgas y que frecuentan los vecinos de esta nacionalidad. Tanto es así que esta parte de Calp se conoce como «la zona belga».

Fue una noche de celebración, pero no para todo el mundo. Daniel inició una discusión en uno de los bares que fue escuchado por todas las personas sentadas en torno a la pareja. De hecho, sí lo confirmaron a este diario varios compatriotas de Rita y Daniel. También indicaron que la mujer comentó que esa misma noche llegaba su hija, fruto de su anterior relación. Los conocidos de la pareja los vieron marcharse juntos a casa en el Mercedes negro que siempre conducía Daniel.

Horas más tarde, sobre la 1.30 de la madrugada de este lunes, la hija de Rita encontró en el chalé de la pareja el cadáver de su madre y al hombre herido dado que se había intentado suicidar; se autoinfligió cuatro puñaladas. Ambos estaban en el salón de la vivienda, tumbados en el suelo.

La joven dio la voz de alarma. Acudió un médico del centro de salud en una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB), un SAMU y otra ambulancia de la Cruz Roja. El facultativo confirmó que Rita estaba muerta. Su presunto asesino le asestó una puñalada en el corazón. Luego, con el mismo cuchillo, él se dio cuatro puñaladas. Todavía tenía el arma clavada en el abdomen. Pero su vida no corre peligro alguno.

La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, sospecha que Daniel pudo atacar a la mujer al rechazar mantener relaciones sexuales en el marco de una relación de maltrato habitual.

El hombre fue trasladado al hospital de Marina Salud de Dénia. En la mañana de ayer, pasó por el quirófano. Los facultativos lo operaron de la lesión en el abdomen. Está fuera de peligro. A mediodía, despertaba de la anestesia. Por la tarde lo subieron a una habitación de planta, donde permanece custodiado por los agentes de la Guardia Civil.

No constan denuncias previas por violencia de género en la pareja. Sin embargo, los allegados con los que habló ayer este diario sí advirtieron de que había encendidas discusiones e insistieron en que ella se había sentido atemorizada en varias ocasiones.

Estos conocidos recalcaron que Rita había querido en varias ocasiones poner fin a la relación. Que incluso llegó a romper con Daniel, aunque luego cedió a sus presiones para evitar la ruptura definitiva.

La mujer, según indicaron estas mismas fuentes, había regentado en Bélgica una peluquería, que vendió para venirse a vivir a España.

Los inquilinos de los chalés que están junto al que se produjo el crimen fueron totalmente ajenos a la tragedia. Son, en su mayoría, turistas de paso, así que no conocían a la pareja. Sin embargo, en la «zona belga» si los conocían, porque solían juntarse con sus compatriotas en esa zona de cafeterías y bares. Ahora, rehúyen hablar de ellos. La comunidad belga y toda Calp están en estado de shock. Esta noche, a las 21.00 horas, colectivos feministas han convocado una concentración bajo el lema "Nos queremos vivas" que tendrá lugar en la plaza de Colón de ese municipio de la Marina Alta.