La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha impuesto 20 años de prisión por un delito de asesinato a un hombre que mató al dueño de una casa rural ubicada en la localidad de Sot de Chera.

La sentencia recoge el veredicto emitido por un jurado popular, del que informó en su día Levante-EMV, que únicamente consideraba culpable como autor del crimen a uno de los acusados. Para el otro procesado establece una pena de dos años, seis meses y 19 días de cárcel por un delito de encubrimiento, al absolverlo del delito de asesinato.

Los hechos ocurrieron a última hora de la tarde del 1 de agosto de 2016, cuando el fallecido se encontraba solo en la casa rural de su propiedad. El fallo declara probado que el principal acusado, "en ejecución de un plan previo", golpeó al dueño del establecimiento en la cabeza "de forma súbita y sorpresiva", lo que le hizo perder el conocimiento.

A continuación, le apretó el cuello, le introdujo un trapo en la boca, se la cerró con cinta aislante y le colocó una bolsa de plástico en la cabeza "para asegurar su muerte".

Tras perpetrar el asesinato, este acusado recibió la ayuda de otro implicado para deshacerse del cadáver. Ambos maniataron el cuerpo, ataron al mismo una piedra de 30 kilos de peso y lo arrojaron al interior de la piscina de la finca, según se detalla en la sentencia facilitada por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Posible falso testimonio de unos testigos

El magistrado que dirigió este juicio con jurado ha establecido una indemnización de 20.000 euros a favor de un hermano de la víctima y ha acordado por otro lado que un juzgado de Instrucción analice las declaraciones prestadas en la vista oral por dos de los testigos "por si se hubiera incurrido en delito de falso testimonio".