La operación se realizó el pasado martes en un Almussafes sitiado por la Guardia Civil. Se trataba de una operación de alto riesgo que obligó al instituto armado a intervenir a contrarreloj para lograr salvar la vida a un italiano residente en Torreblanca y secuestrado por la Camorra napolitana por una supuesta deuda de 74.000 euros. La amenaza, «real y de ejecución inminente», de lesionar de forma irreversible a la víctima forzó a la Guardia Civil a actuar. Al parecer, detrás del secuestro hay un asunto relacionado con el tráfico de cocaína.

La operación Boloñés, en la que la víctima pudo ser finalmente liberada, ha permitido la detención en Almussafes de seis personas -tres hombres y tres mujeres de entre 21 y 49 años-, acusados de secuestro y pertenencia a grupo criminal.

La Guardia Civil inició la investigación solo un día antes, después de que un familiar de la víctima alertase de su secuestro y de que los captores exigían el pago de 74.000 euros en un plazo máximo de 48 horas. También agregaron que, de no cumplir con sus condiciones, le provocarían lesiones irreversibles y le desfigurarían el rostro.

Los agentes captaron varias llamadas a la familia y en una ocasión incluso fueron testigos de una videollamada en la que observaron a la víctima con lesiones en la cara. Ante el riesgo inminente de ejecución del secuestrado, los agentes aceleraron su investigación hasta dar con su paradero y montar una operación de rescate liderada por la elitista Unidad Especial de Intervención (UEI), así como por el GRS y el helicóptero de València, que permitió sacar a la víctima, sana y salva, de la casa de la calle Metge Bosch de Almussafes donde llevaba casi una semana retenida.

La investigación ha corrido a cargo de la Unidad Central Operativa (UCO), que se ha apoyado en las unidades orgánicas de Policía Judicial de las comandancias de Castelló y València.