La Policía Nacional detuvo ayer en València a tres personas por supuestamente estafar más de tres millones de euros con alquileres vacaciones a más de 1.500 afectados nacionales e internacionales. Según fuentes policiales, los detenidos como presuntos autores e los delitos de falsificación documental, blanqueo de capitales, pertenencia a grupo criminal y estafa, habrían utilizado 20 identidades falsas para abrir 125 cuentas bancarias donde recibían las transferencias de sus víctimas. Los acusados, de entre 31 y 39 años y de origen rumano, y sin antecedentes policiales, ya han pasado a disposición judicial.

Se realizó un registro domiciliario en el que se intervinieron 78 teléfonos móviles falsos que vendían en plataformas de internet como auténticos, un ordenador, 11.600 euros y diversa documentación, y se bloquearon, en diversa cuentas, fondos por un valor de 51.000 euros. Las investigaciones comenzaron en el mes de mayo.

El «modus operandi» en estos hechos delictivos consiste en, una vez las personas interesadas en los inmuebles se ponen en contacto con los supuestos arrendadores, estos les envían enlaces simulando ser páginas web reales y, una vez la víctima está convencida, se les proporciona un número de cuenta para realizar el ingreso de la mensualidad más la fianza. Cuando los delincuentes tienen en su poder los depósitos de las víctimas, cortan todo tipo de contacto con ellas.

Para llevar a cabo estas estafas, se emplean lo que se denominan «muleros», que, tras recibir las transferencias del alquiler vacacional, retiran las cantidades o proporcionaban a otro componente de la organización una tarjeta bancaria y el pin para extraer el dinero en un cajero.

Estas personas, a cambio de una cantidad de dinero y utilizando documentaciones falsas, se encargan de abrir numerosas cuentas bancarias para recibir las transferencias de las víctimas.