Los copilotos de los dos vehículos implicados en el atropello mortal en una explotación de cáñamo de Llíria, ocurrido a finales de agosto, se entregaron ayer por la mañana, acompañados de su abogado, al grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València, tras saber que estaban siendo buscados por el homicidio de Mohamed, de 40 años, el empleado marroquí que murió cuando trataba de impedir su huida cuando trataban de escapar con el maletero lleno de plantas de cannabis sativa robadas en el vivero.

Los dos últimos presuntos implicados en el atropello mortal acordaron con el grupo de Homicidios su entrega en la Comandancia de València, según fuentes jurídicas. Después de comparecer ante los investigadores, estos los trasladaron a los juzgados de Llíria, donde fueron interrogados por el juez de Instrucción número 1 de esa ciudad.

Según las mismas fuentes, los dos hombres, que se habían ocultado en sendas ciudades fuera de la C. Valenciana, realizaron un detallado relato de los hechos ante el juez en el que explicaron que no habían dicho la verdad cuando acudieron a denunciar a la comisaría de Paterna y que, en realidad, ellos nunca condujeron los vehículos el día de los hechos.

Su declaración, por tanto, refrenda la investigación de los especialistas de Homicidios y echa tierra sobre la versión de los tres hermanos detenidos el martes, tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV. Así, según las evidencias reunidas por los agentes y la versión de los dos detenidos ayer, fueron dos de los hermanos, de 19 y 21 años, miembros del clan de los Xavi de Paterna -grupo que se vio envuelto en un tiroteo en La Coma con tres heridos hace dos años- quienes conducían los dos vehículos, tanto el que arrolló mortalmente a Mohamed a las 16.30 horas del 27 de agosto pasado, como el que utilizaron para huir los cinco y que quemaron poco después en un área despoblada próxima a la CV-35.