Un joven de 26 años que se encontraba presuntamente mezclando sustancias en un laboratorio ilegal de marihuana sintética, que había montado en su propio domicilio del barrio valenciano de San Marcelino, falleció ayer en el Hospital La Fe de València como consecuencia de las graves quemaduras que sufrió la noche anterior tras producirse una deflagración y posterior incendio en el inmueble.

Su pareja, de 30 años, que también estaba en la casa, sufrió quemaduras de segundo grado en una pierna y un vecino y sus dos hijos, una niña de nueve años y un niño de cinco, resultaron intoxicados por el humo.

La Policía Nacional investiga las causas del incendio, aunque todo indica que se produjo como consecuencia de la manipulación de sustancias tóxicas y altamente inflamables con las que trabajaba el joven elaborando marihuana sintética. Asimismo, los investigadores tratan de averiguar si el fallecido trabajaba para algún tipo de organización criminal con más pisos utilizados como laboratorios clandestinos para obtener la droga sintética.

El incendio se produjo a las 22.30 horas del lunes en la calle Arzobispo Olaechea de València. Hasta el lugar acudieron varias patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local de Valencia, así como una ambulancia del SAMU y dos Soportes Vitales Básicos.

Los servicios médicos asistieron a cinco personas afectadas. El herido de mayor gravedad era un joven de 26 años, quien sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 95 % de la superficie corporal. Según adelantó ayer Levante-EMV, el joven falleció finalmente en la Unidad de Quemados del Hospital La Fe, a la que fue trasladado de urgencia. Hasta allí acudieron numerosos familiares y amigos del fallecido al conocer la noticia. Las muestras de dolor e incredulidad por lo sucedido se repetían. El único consuelo que les quedaba era que la hija de tres años del joven no estaba en la casa en el momento de la explosión y resultó ilesa.

Su madre, de 30 años, sí que estaba en el inmueble y sufrió quemaduras de segundo grado en una pierna. Un vecino, de 47 años, y sus dos hijos, de nueve y cinco años, fueron atendidos por inhalación de humo. Todos ellos fueron evacuados al Hospital La Fe de València.

La Policía Nacional realizó una minuciosa inspección ocular en la vivienda ayer por la tarde para esclarecer el origen del incendio y evaluar las sustancias que había en la casa.

Olor a marihuana

Los vecinos de la finca de la calle Arzobispo Olaechea de València donde se produjo el incendio aseguran que desconocían que en el piso incendiado hubiera un laboratorio de droga aunque coinciden en señalar que había olor a marihuana. «Si llega a pasar más tarde nos pilla durmiendo a todos y morimos por el humo», apuntaba Rafael.