Un asesinato por un ajuste de cuentas. Esa es la principal hipótesis con la que trabaja el grupo de Homicidios de la Policía Nacional en relación con el cadáver hallado el pasado viernes en el interior de la Sima de Jinámar, que presentaba varios disparos y tenía el rostro completamente desfigurado y las piernas rotas.

El cuerpo se encontraba indocumentado, aunque se baraja que pueda pertenecer a un hombre, de unos 30 años de edad, con domicilio en Tenerife. El Juzgado de Instrucción número 3 de Telde, que se encontraba en funciones de guardia esa jornada, ha decretado el secreto de las actuaciones.

Los hechos se remonta a la mañana del 4 de octubre cuando, según las fuentes consultadas, un hombre acudió a mostrar el tubo volcánico situado en el municipio de Telde a un amigo. Estos se alertaron en un primer momento por el fuerte hedor presente en el lugar.

Al alongarse vieron el cuerpo que yacía boca abajo en una de las dos repisas del agujero, a unos diez metros de profundidad. Estas dos personas alertaron al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112, que a su vez procedió a movilizar a la Policía Nacional a los bomberos del Consorcio del parque de Telde.

Estos últimos fueron los encargados de proceder a recuperar el cadáver, que se encontraba en una zona de difícil acceso. Para ello tuvieron que realizar un sistema de poleas con el que poder izarlo debido a su peso. Así, al acercarse al cadáver, que quedó a pocos metros de caer al fondo del tubo volcánico que se sitúa a unos 80 metros de profundidad, comprobaron que tenía la cara deformada y las dos piernas fracturadas.

El estado de putrefacción que presentaba el cadáver del hombre, que podría llevar entre tres o cuatro días fallecido, así como el hecho de que tuviera la cara desfigurada y que carecía de cualquier tipo de documentación, han dificultado su identificación.

Los agentes se han apoyado en varios tatuajes que tenía por el cuerpo para así tratar de conocer su identificación. Las primeras pesquisas apuntan a un hombre de unos 30 años con domicilio en Tenerife, según informaron las mismas fuentes.

Tres horas en subir el cuerpo

Los bomberos tardaron unas tres horas en subir el cuerpo hasta la base de la sima, donde los funcionarios de la Policía Judicial y del Grupo de Homicidios lo inspeccionaron. Desde un inicio se apuntó a una muerte por causas violentas debido al estado que presentaba, conclusión que se reafirmó después cuando se le practicó la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria.

Los agentes, asimismo, se encargaron de rastrear la zona en busca de indicios. Entre otros elementos que recogieron para analizar se encontraban restos de balas con las que el autor o autores del crimen habrían disparado a la víctima, en un asesinato que estaría relacionado con un posible ajuste de cuentas. Ante esta situación, el juez Julio Luis Wood que dirige Instrucción 3 de Telde decretó el secreto de sumario.