Una mujer de 44 años que circulaba bajo los efectos de alcohol se dio a la fuga ayer de madrugada en Cheste tras ser sometida a la prueba de alcoholemia y dar una tasa que cuadruplicaba la permitida. La conductora se subió de nuevo al vehículo y trató de atropellar a los agentes de la Policía Local que le habían dado el alto. Finalmente, tras circular por varias calles del municipio en sentido contrario, la mujer fue parada de nuevo y detenida, no sin que antes agrediera a uno de los policías y tratara de arrebatarle la pistola eléctrica.

Los hechos ocurrieron en torno a las dos de la madrugada de ayer en la carretera de Cheste a Llíria cuando una patrulla de la Policía Local de Cheste observó que un vehículo, modelo Renault 19, iba circulando en «zigzag». Tras parar a su conductora y apreciar visibles signos de que podía circular ebria, los agentes la sometieron a la pertinente prueba de alcoholemia con el etilómetro evidencial. En un primer momento dio una tasa de 1'15 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, mientras que en la segunda dio 0,98 mg/l, cuatro veces superior a la permitida.

Cuando le informaron que tenía que sacar sus pertenencias del vehículo porque iba a ser inmovilizado, la conductora se subió al mismo y arrancó el motor, intentando atropellar a los policías. En su huida colisionó contra el coche patrulla, causando daños en el mismo. Además emprendió la fuga y circuló en sentido contrario por varias calles del municipio.

Tras interceptarla, la mujer agredió a uno de los policías golpeándole en el ojo y trató de quitarle la pistola táser. El cierre de seguridad evitó males mayores y la conductora acabó detenida como autora de varios delitos contra la seguridad vial y de atentado a agente de la autoridad.