Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado buscan a los miembros de una banda de narcotraficantes dedicada a la introducción de cocaína por el puerto de València. Los investigadores sospechan que se trata de una red procedente de los países del Este de Europa que lleva operando algún tiempo en la Comunitat Valenciana y que se caracteriza por ser extremadamente cuidadosa a la hora de realizar los envíos del estupefaciente. De hecho, únicamente se les ha podido intervenir un alijo de 110 kilos de cocaína que se confiscó hace un año gracias a los protocolos de seguridad que se siguen en los recintos aduaneros, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes próximas a la investigación.

La operación policial, que aún se mantiene abierta, comenzó a finales de 2018, cuando agentes de la Guardia Civil y del Servicio de Aduanas destinados en el puerto de València procedieron a la apertura aleatoria de varios contenedores. Esta forma de proceder es habitual en los recintos con gran tráfico de mercancías, como es el puerto de València, con el objetivo, precisamente, de intentar detectar posibles envíos de droga o «ganchos perdidos».

En uno de los contenedores que los agentes de Aduanas y del Instituto Armado abrieron a finales de octubre de 2018 en la terminal Noatum del recinto portuario valenciano, encontraron una importante cantidad de sustancia estupefaciente. La droga venía camuflada entre un cargamento de mercancía totalmente legal para evitar posibles sospechas debido a que el contenedor procedía de una de las llamadas «zonas calientes» del narcotráfico: países sudamericanos desde los que se suelen realizar importantes envíos de estupefaciente.