Samantha y Paula estaban tranquilamente dando rienda suelta a su amor con un gesto que no debería ofender a nadie como es un beso, en un portal de una calle de València, cuando un hombre de nacionalidad argelina se les acercó y les dijo: «¿Me puedo sumar yo?». Cuando le pidieron que no les molestase, éste, «con claro desprecio a la orientación sexual de ambas», según remarca la Fiscalía en su escrito, comenzó a insultarlas, les escupió y la emprendió a golpes con ellas causándoles lesiones. El acusado, que se enfrenta a una pena de quince meses de prisión, tenía que haber rendido ayer cuentas ante la Justicia por este ataque homófobo pero no se presentó al juicio señalado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València.

La Sala, a instancias de la Fiscalía especializada en delitos de odio, ordenó la búsqueda y detención del procesado, así como su ingreso en prisión provisional en cuanto sea localizado para garantizar su presencia en la vistal oral, que tuvo que suspenderse. De hecho, no era la primera vez que el presunto agresor no acudía a una cita del juzgado; durante la fase de instrucción también eludió su responsabilidad cuando fue citado a declarar y no se presentó el día fijado.

Los hechos ocurrieron la tarde del 17 de junio de 2018 en el barrio la Raiosa de València. «Nos pegó porque no le dejamos participar y no soportaba ver a dos chicas besándose», explica Paula, de 19 años pero que en esos momentos todavía era menor de edad. Como consecuencia de la agresión sufrió una contusión sangrante en el tabique nasal. Su novia, Samantha, de 21, también sufrió lesiones en el codo y ambas tuvieron que recibir asistencia médica por los golpes.

«Como no le dejamos participar nos dijo que éramos unas guarras, unas lesbianas y unas asquerosas, y que eso no lo podíamos hacer por ahí», relata Samantha. «Se puso muy agresivo», añade Paula, a la vez que su agresor les escupía. «Enganchó del pelo a mi novia y a mí me tiró contra la pared, fue todo muy rápido».

Cuando la policía arrestó al agresor éste justificó su acción con más comentarios homófobos como que “dos mujeres no se pueden besar en la calle” y que “los mayores tenemos que decirle a los jóvenes lo que está bien y lo que está mal”. La Fiscalía especializada en delitos de odio considera que tanto el ataque físico como los insultos y expresiones del acusado suponen “una agresión humillante, vejatoria y atentatoria contra la dignidad de las dos jóvenes”.

Por todo ello solicita una pena de quince meses de prisión y 3.900 euros de multa por dos delitos leves de lesiones y un delito relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas. En la Comunitat Valenciana cada tres días se produce un caso de discriminación o agresión por delitos de odio.

Respecto a estas preocupantes cifras de ataques homófobos que todavía hoy en día se producen, las jóvenes sostienen: «Es gente que tiene otra mentalidad, no nos comprende, cada uno podemos hacer lo que queramos, estamos en libertad». «No podemos seguir aguantando que pasen estas cosas, hay gente que llega a unos límites que no son normales», remarca Paula para que no vuelva a ocurrir. «Somos personas que nos queremos y no tiene por qué nadie decirnos nada, ni tacharnos de nada, somos libres para besar a quien queramos».