Caso Abierto - Levante-EMV

Caso Abierto - Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Juicio por el crimen de la CAM

Mar y Tania Sala: "Nosotras hacíamos lo que nos decían los abogados"

Las dos hermanas declaran que se retiraron de la acusación a Miguel López porque los letrados les dijeron que " no había ningún indicio contra él"

Tania Sala en primer término y detrás su hermana Mar, ayer.

Las hermanas Mar y Tania Sala minimizaron ayer en el juicio por el asesinato de su madre, María del Carmen Martínez, el alcance del conflicto familiar. «Solo hacíamos lo que nos decían los abogados». Fue la explicación que ambas repitieron ante el jurado popular a preguntas sobre la decisión de cesar a su hermano Vicente Sala como presidente del consejo de administración de la empresa de los plásticos, motor económico de la familia. Las dos evitaron hablar de tensiones en las reuniones del emporio de los Sala y aseguraron que su intención nunca fue echar a su hermano, sino que «querían que continuara como director general porque lo hacía bien». Ambas coincidieron en sus declaraciones en que se retiraron de la acusación en este proceso porque «los abogados nos dijeron que no había ningún indicio contra Miguel López», acusado de asesinar a su madre.

La sesión de ayer se abrió con la comunicación de la magistrada Francisca Bru a las partes de que la tercera de las hermanas, Fuensanta Sala, ya había comunicado en la oficina del Jurado que se iba a acoger al derecho a no prestar testimonio en esta causa. Ni ella, ni sus dos hijos.

Las otras dos hermanas llegaron juntas ayer a los juzgados, estuvieron esperando en el hall del Palacio de Justicia esperando a que las llamaran a testificar y se marcharon juntas al acabar. En toda la mañana, no cruzaron ni una palabra con su hermano Vicente ni con su tía. De las dos, Mar Sala fue parca en sus respuestas mientras Tania se extendía más en las contestaciones. Ambas se derrumbaron y rompieron a llorar cuando el jurado les preguntó sobre su madre.

Joyas

Las dos reconocieron haber abierto un armario donde su madre guardaba joyas, algo que hicieron «por indicaciones de los abogados para hacer un inventario ante notario».

Aún así, Mar negó tensiones en la familia por el conflicto empresarial, aunque cuando el fiscal empezó a apretar con sus preguntas acabó admitiendo que «la situación era especial» y que con su madre «solo se daba ya los buenos días». También rechazó que alguno de los hijos de Miguel hiciera a su abuela un gesto de degüello durante la junta de accionistas de septiembre de 2016, en la que ésta hizo uso de la acción de oro para apoyar al primogénito. Mar recalcó que si su madre hubiera visto eso «se lo habría recriminado».

Por su parte, Tania negó que la junta de accionistas hubiera sido especialmente tensa. «Había dos partes que votábamos distintas cosas y cada uno expuso opiniones diferentes». El abogado de la acusación particular, Francisco Ruiz Marco, consiguió con sus preguntas que ésta aludiera a la posibilidad de que su cuñado estuviera controlando la reunión de un consejo de administración a través de un teléfono con el que se comunicaba con su mujer. Posteriormente matizó que el móvil podía ser de un abogado que no pudo entrar. La mujer aseguró que ella no dejó de hablarse con su madre y que lo hacía «cuando me cruzaba con ella».

Las dos hermanas relataron que la tarde del crimen estaban en casa de Tania celebrando una reunión con abogados por temas de la empresa cuando llegó Miguel López, que se tuvo que marchar a los pocos minutos al recibir una llamada sin decirles nada. Era el momento en que desde Novocar le comunicaron que le había pasado algo con su suegra. Las dos hermanas dijeron que pensaban que si Miguel hubiera sabido en ese momento que a su madre la habían disparado se lo habría dicho. Por eso, un momento del interrogatorio que descuadró a la defensa de Miguel López, Javier Sánchez-Vera, fue cuando Tania contó que cuando Miguel recibió esa llamada hablaba en un tono más alto de lo habitual. Cuando se enteraron de lo ocurrido, «salimos corriendo con el coche para allá. Nos olvidamos de avisar a alguien más», dijo a la pregunta de por qué no alertó a su hermano.

Compartir el artículo

stats