Roman Ch. le propinó a la niña una fuerte patada en el costado. La pequeña, que sufrió contusiones abdominales y costales, había salido a defender a su madre, Elena, a quien el agresor insultó y golpeó con furia en la cabeza con un libro. Esto ocurrió el 2 de enero de 2018. Sólo dos días antes, cuando los tres celebraban la Nochevieja en su piso de Dénia, el maltratador, que estaba ebrio, obligó a bailar con él a su entonces pareja. Le retorció el brazo y luego le dio una patada en las piernas y la tiró al suelo. A la niña también le dobló el brazo y la derribó de una patada. La agresión se saldó con 118 días de trabajo por la comunidad.

El maltratador, de 54 años, se coló en la madrugada del martes en la vivienda en la que vivían Elena, de 44 años, su expareja, y la hija de ésta, Anastasia, que ahora tiene 11. Degolló con un cuchillo de carnicero a la mujer. Antes le dijo a la niña que avisara a la policía ya que había ido a matar a su madre. El asesino machista tenía vigente una orden de alejamiento. Se la impuso el juzgado de lo Penal de Benidorm el pasado 25 de febrero en el juicio por las agresiones antes descritas. El juez también le condenó a 112 días de trabajo en beneficio de la comunidad.

El agresor intentó por todos los medios eludir la condena por dos delitos de violencia de género contra Elena y otros dos de violencia doméstica contra la niña. Declaró en el juicio que era gay y que no mantenía ninguna relación sentimental con la mujer. El magistrado vio claro que era una argucia para esquivar la condena por malos tratos.

El ahora detenido, que es de nacionalidad rusa (lleva dos décadas residiendo en Dénia), convenció hace tres años a Elena para que dejara Rusia y viniera con su hija a vivir con él a la capital de la Marina Alta. Madre e hija descubrieron pronto que convivían con un maltratador.

El asesino, que pasará hoy a disposición judicial, sí se salió con la suya en otra denuncia de quebrantamiento de orden de alejamiento, que el juzgado de Violencia sobre la Mujer de Dénia archivó tras pedirlo el fiscal, que no apreció suficientes indicios de criminalidad.

Elena había denunciado el 8 de marzo de 2018 que su expareja había intentado atropellar a la niña cuando madre e hija cruzaban una calle de Dénia. Se abrieron diligencias por quebrantamiento de la orden de alejamiento (era cautelar por las agresiones que luego se juzgaron y por las que Roman fue condenado). La mujer relató que ese 8 de marzo, al volver de comprar en un supermercado, su expareja la siguió con el coche y la miraba «fijamente mientras sonreía». Elena y Anastasia se metieron rápidamente en el portal de su finca. Al mismo tiempo, la madre afirmó que en enero tuvo que «tirar del brazo» de su hija para evitar que el maltratador, que pasó conduciendo a gran velocidad, la arrollara con el coche.