Un torero valenciano de 43 años afincado en la Pobla de Vallbona ha sido juzgado esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València acusado de dos delitos de simulación de delito en concurso medial con un delito de estafa y otro de falsedad documental por presuntamente fingir varios robos con fuerza en su vivienda, donde aseguraba que le habían sustraído trajes de luces y otros útiles de tauromaquia valorados en más de 92.000 euros, para así estafar presuntamente a las compañías aseguradoras.

Javier R. H. ha negado tales acusaciones asegurando que los robos con fuerza en su domicilio fueron reales y que los objetos sustraídos (trajes de lidia, capotes, chaquetillas, ...) eran piezas totalmente distintas de un año a otro ya que las tenía que reponer para poder seguir trabajando. No obstante, la documentación aportada para justificar los pagos del citado material habría sido falsificada, según considera el Ministerio Fiscal, que solicita para el acusado penas que suman los seis años de cárcel.

El grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Pobla de Vallbona destapó el presunto fraude en 2014 en la llamada "Operación Subalterno", en la que también fue detenida la esposa del diestro valenciano, sobre la que finalmente se archivó la causa. Los investigadores del Instituto Armado comenzaron a sospechar tras realizar tres inspecciones oculares en la vivienda del torero en años sucesivos y en fechas aproximadas, que coincidían con el final de la temporada taurina.

Los robos denunciados por el ahora acusado se produjeron en 2011, 2012 y 2013 y en los tres casos se trataba de un modus operandi similar y los objetos sustraídos eran prácticamente idénticos, trajes de luces y capotes de gran valor, cuya compra no habría podido justificar el procesado.

Según ha alegado el diestro acusado en la vista oral, tras cada robo reponía el material de trabajo como podía, comprando algunos trajes de segunda mano, pagando en efectivo con lo que ganaba de las corridas y con el dinero que le prestaban. "Mi error fue no pagar el IVA", admitió el procesado.

Asimismo, ha negado que llamara a la compañía de seguros para saber la cobertura de la póliza antes de sufrir los supuestos robos y que su padre, que tenía una sastrería de artículos de tauromaquia, también le facilitó algunas prendas tras el primer robo.

Por su parte, los guardias civiles que investigaron el caso han reconocido que tras realizar las inspecciones oculares en la vivienda del denunciante observaron que el estado tras el supuesto robo era "atípico". "Había un desorden organizado", ha apuntado el instructor del caso.

La Fiscalía solicita para el acusado una pena de cuatro años de prisión por dos delitos de simulación de delito y estafa y dos años más por la falsedad documental. Así como multas que ascienden a los 9.000 euros y que indemnice a la compañía Allianz con 58.846 euros por el dinero que recibió en concepto de uno de los robos supuestamente ficticios.