La abogada Arantza Zulueta, condenada junto al letrado Jon Enparantza por integración en ETA como miembro del frente de makos (cárceles), fue trasladada ayer de la cárcel alavesa de Zaballa a la valenciana de Picassent, una medida criticada por Etxerat y la red Sare, que la califican de «retroceso» en política penitenciaria. La asociación de familiares de presos de ETA señala en un comunicado que los allegados de Zulueta han confirmado el traslado de la abogada a Picassent para acabar de cumplir los cinco meses de condena que le restan de la pena que se le impuso de tres años y medio de cárcel tras asumir su liderazgo en esa rama de la banda.

Zulueta y Enparantza, al igual que otros 45 letrados y miembros de la extinta organización Herrira, de apoyo a reclusos, llegaron en septiembre a un acuerdo con la Fiscalía y la AVT en un juicio en la Audiencia Nacional porque el que reconocieron su «participación activa» en el frente de makos de la banda, a cambio de una rebaja de las condenas por las que la mayoría de ellos evitaba la prisión. Enparantza los cumple en la prisión de Estremera (Madrid), adonde fue llevado el mes pasado.

La asociación de familiares de reclusos de ETA muestra su «decepción» y «hartazgo» «por el retroceso en la política penitenciaria». «Lejos de cumplirse el final de la excepcionalidad que anunciara el presidente español hace año y medio, la situación vuelve a agravarse, más si cabe aún, en los casos de presos con enfermedades graves que continúan sin ser puestos en libertad para ser atendidos en condiciones dignas», señala.

Pide a quienes configuren el nuevo Gobierno salido de las elecciones del 10N, y a los partidos en general, que «realicen una reflexión acerca de lo que pueden aportar a la convivencia y a la reconciliación estos alejamientos de presos vascos».