El resultado de las pruebas de ADN ha dado un giro a la investigación de la violación grupal que sufrió una joven de 18 años en los baños de la discoteca Indiana de València en la madrugada del pasado 29 de septiembre. El informe realizado por la Brigada de Policía Científica ha resultado negativo al comparar las muestras biológicas que le tomaron a la víctima con los perfiles genéticos de los dos jóvenes detenidos como presuntos autores de la agresión sexual, quienes desde un primer momento insistieron en que se trataba de un error y que en ningún momento tuvieron contacto alguno con la chica.

Debido al resultado de las diligencias practicadas hasta el momento, el Juzgado de Instrucción número cuatro de València, encargado del caso, acordó ayer la libertad de ambos jóvenes, de 22 y 25 años, quienes han permanecido 42 días en prisión después de ser identificados en rueda de reconocimiento por la víctima y una testigo que se encontraba en la discoteca esa noche.

Al parecer, según se desprende del informe del laboratorio de ADN de la Policía Nacional, los dos arrestados no guardarían relación con los hechos y habrían sido confundidos con los verdaderos autores de la agresión sexual grupal, en la que participaron hasta cuatro jóvenes, todos ellos españoles.

Como ya informó en su día Levante-EMV, los dos sospechosos, que fueron arrestados la misma noche de los hechos cuando salían de la citada discoteca de València, accedieron voluntariamente a que se les tomaran muestras de ADN, conscientes de que no tenían nada que ocultar. De hecho, los dos jóvenes insistieron en que estaban solos en la discoteca -no con dos amigos más- y que no habían cruzado palabra alguna con la víctima.

Pese a que el resultado de las citadas pruebas biológicas «no es concluyente para acreditar su implicación», el juez ha acordado una medida cautelar de alejamiento que les prohíbe a ambos aproximarse a menos de 300 metros de la víctima, comunicarse con ella e incluso entrar en el municipio donde reside la joven. Además, les impone la obligación de comparecer apud acta en el juzgado dos veces al mes.

Agentes de la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional prosiguen las investigaciones para dar con los cuatro jóvenes que presuntamente violaron a la chica de 18 años, dos de ellos en el interior de los baños de la discoteca y los otros participaron en la agresión previa en el pasillo, sin que nadie hiciera nada por ayudar a la víctima.

Nueva protesta a las puertas de la discoteca Indiana

Nueva protesta a las puertas de la discoteca Indiana

Violada contra la pared del baño de la discoteca

La brutal violación grupal en los baños de esta céntrica discoteca de València, que estaba abarrotada de gente, se produjo en la madrugada del domingo 29 de septiembre. En torno a las seis de la mañana, cuatro desconocidos abordaron a la joven, de 18 años, cuando ésta se dirigía al baño de la discoteca. Mediante engaños, diciéndole que una amiga suya la estaba esperando en los aseos, esta 'manada' valenciana trataba de hacerla entrar en un lugar sin tantos ojos observando para llevar a cabo su brutal agresión.

Estando ya en el pasillo, y como la víctima no accedía a entrar con ellos, los cuatro agresores la rodearon y la empujaron contra la pared. Mientras la inmovilizaban cogiéndola fuertemente por los brazos llevaron a cabo la primera de las agresiones sexuales, en la que participaron los cuatro. Pese a los llantos de la joven y sus gritos, en los que insistía una y otra vez en que la dejaran, hacía evidente que se trataba de una situación violenta, ninguno de los clientes que pasó por al lado hizo ademán de intervenir. Para tranquilizarlos ya estaba uno de los agresores, quien decía que se trataba de la novia de su amigo y que no pasaba nada.

Posteriormente dos de ellos la metieron con gran violencia en el aseo de hombres, donde tras cerrar la puerta la violaron dos veces cada uno. La joven relató en su denuncia la brutalidad que ejercieron con ella, golpeándola, arrancándole la ropa y agrediéndola sexualmente contra la pared de los baños. Los ahora excarcelados fueron identificados en su día, pero el ADN apunta en otra dirección.