"Estaba descontrolado, desubicado de toda la mierda que me había metido, maltratado psicológicamente, ...", así ha tratado de justificar Néstor M. B., el hombre acusado de intentar asesinar a cuchilladas a una vecina de Castellar en mayo de 2017, los motivos por los que saltó una valla de una parcela adyacente, para supuestamente acceder desde allí al domicilio de su víctima, armado con una pistola detonadora, una barra de mancuerna metálica y un pasamontañas. Tras ser detenido y puesto en libertad regresó para tratar de consumar su crimen y le asestó varias puñaladas por la espalda, una de ellas en el cuello.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de 15 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y allanamiento de morada. Asimismo, por las amenazas de muerte a un hombre que trató de auxiliar a la mujer y por unas lesiones leves pide una multa de 1.200 euros. "Reconozco que hice mal porque la acuchillé, pero de intento de asesinato nada", ha alegado el procesado.

La víctima, que ha acudido al juicio celebrado en el Sección Quinta de la Audiencia Provincial en silla de ruedas, ha explicado que le dejó entrar en la casa porque traía cervezas y tabaco. A duras penas la mujer relata que, estando de espaldas en la cocina, su agresor la atacó con un cuchillo. "Fue todo tan rápido que no me pude defender, no pensaba que este chico haría eso", afirma la agredida.

"Al cortarme el cuello, se me salía el aire", detalla la mujer angustiada por lo ocurrido aquel 28 de mayo de 2017 en la pedanía valenciana de Castellar. "Mi madre no dejaba de decir que se ahogaba", apunta la hija de la víctima, quien se encontraba también en la casa. Desde entonces su madre necesita una persona para que la cuide porque no puede andar y valerse por sí misma.

El acusado ha alegado en su declaración que su víctima le debía dinero, que le prestaba para comprar droga. "Estaba harto de ella, de que me manipulara, me daba pastillas machacadas". Así, ha reconocido que el 27 de mayo de 2017, después de que ésta lo tirara de casa, se fue al coche y cogió una pistola de fogueo, una barra y un pasamontañas.

El dueño de la parcela donde saltó para acceder presuntamente a la casa de su víctima lo soprendió y lo retuvo hasta la llegada de la policía. Los agentes de la Policía Local de València que acudieron al lugar tras recibir un aviso de un posible robo, aseguran que el procesado les manifestó que "solo quería darles un susto para que me dieran lo mío".

Un día después, tras quedar en libertad, regresó a la vivienda donde se había colado y pidió disculpas al hombre que lo había sorprendido dentro. Posteriormente se prensentó en casa de su víctima porque, según él, ésta le pidió que le llevara cervezas y tabaco. El acusado reconoce que portaba varios botellines de cerveza vacíos, pero ha dado vagas explicaciones sobre esta circunstancia. "Para que viera que ya no quería más fiesta con ella", alega.

Según su relato, la mujer le pidió más dinero y se puso agresiva. Así después de que ésta esgrimiera, siempre según la versión del acusado, un cuchillo, él la acuchilló varias veces. "Pero no por la espalda, no quería matarla", sostiene el procesado.

La Fiscalía pide quince años de prisión para el acusado, quien fue arrestado por la Guardia Civil. Según el relato de la fiscal, ratificado por la propia víctima, Néstor M. B., de 38 años, cerró la puerta de la cocina y "cuando su víctima se encontraba de espaldas, y sin mediar palabra, le asestó con un cuchillo de 16 centímetros de hoja varias puñaladas con la finalidad de acabar con su vida".