La Guardia Civil investiga a un hombre y a una mujer, ambos de 36 años y nacionalidad española, por el abandono de una boa de Madagascar, una serpiente que cuenta con la máxima protección, después de que un vecino de l'Eliana se topase con el animal en plena calle. Agentes del Seprona de Benaguasil lograron identificar al propietario gracias al chip que lleva el ofidio, dado que fue importada legalmente por un distribuidor de Barcelona.

La investigación comenzó hace unos días, después del aviso del vecino de l'Eliana que se encontró la serpiente y alertó al 112. El animal fue recogido y alertado el Seprona, se trasladó a l'Eliana e identificó el ejemplar gracias al chip necesario para importar legalmente a los animales que, como este, están incluidos en el Anexo A del Reglamento (CE) nº 338/97 que regula en Europa el Convenio CITES.

Una vez conocido el chip, a través de la delegación de CITES, siguieron su trazabilidad y averiguaron que la serpiente había sido importada por una empresa con sede en Barcelona. Los agentes de Benaguasil se pusieron en contacto con el importador legal, quien colaboró aportando los datos del comprador, un vecino de València, de 36 años. Cuando la Guardia Civil le pidió explicaciones sobre el paradero de la boa, el hombre señaló que estaba bajo el cuidado de una familiar suya, en un chalé de l'Eliana.

Al parecer, la serpiente se habría escapado de la casa, pero nadie lo denunció, de manera que la Guardia Civil ha encartado a ambos y ha entregado las diligencias a la Fiscalía especializada de Medio Ambiente de València. Además, recuerda la Comandancia de València en un comunicado, el animal nunca llegó a estar registrado en la correspondiente base de datos, como fija la norma para este tipo de mascotas.