La Fiscalía ha solicitado el archivo de la causa penal abierta tras la muerte de una clienta del prestigioso restaurante Riff de València y la intoxicación alimentaria de una treintena -incluida la fallecida- de los 85 clientes que comieron en el local entre los días 13 y 16 de febrero de este año. El ministerio público ha decidido solicitar el sobreseimiento de la causa tras recibir el informe definitivo de la autopsia, en la que queda claro que no hay relación directa entre la intoxicación y la muerte de la mujer.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, los análisis realizados por el Instituto de Medicina Legal de València y por el Instituto Nacional de Toxicología, en Madrid, así como por la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana, han determinado que la mujer sufría una patología basal que desconocía, que la llevó a perder el conocimiento como consecuencia del episodio de vómitos desencadenados por la intoxicación alimentaria.

Y fue esa pérdida de conocimiento, tal como adelantó en su día en exclusiva Levante-EMV, la que propició que, estando desvanecida, parte del vómito entrase en el sistema circulatorio, colapsase la entrada de oxígeno y provocase la muerte por broncoaspiración.

Así las cosas, la investigación penal habría quedado agotada, si el juez de Instrucción número 1 de València, responsable del caso, sigue la petición de la Fiscalía y archiva el procedimiento abierto el pasado 17 de febrero, tras la muerte de la mujer.

A partir de este momento, los afectados podrían continuar su reclamación por la vía civil, si bien es cierto que todas las intoxicaciones en el Restaurante Riff de València -Sanidad entrevistó a 137 comensales- fueron de carácter leve, por lo que las indemnizaciones serían escasas.

Las setas colmenillas desencadenaron las intoxicación en el Riff

En cuanto a qué desencadenó esa intoxicación masiva en un restaurante con una estrella Michelin de trayectoria intachable, los informes apuntan a las setas servidas aquellos días dentro de uno de los menús degustación de local y a los compuestos empleados -o incluso generados- en su conservación al vacío. Los hongos, en este caso colmenillas, fueron distribuidos al Restaurante Riff por una empresa radicada en León, que los había importado desde China. El dueño del Riff, el chef alemán Bernd Knöller, ha repetido varias veces que trabajaba habitualmente con ese proveedor, que jamás tuvo problemas con producto alguna y que adquirió las colmenillas en la creencia de que habían sido recolectadas en León y no en China.