Por el estado que presentaba el cadáver, la muerte se produjo, a la espera de lo que diga el resultado de la autopsia, hace varios meses. Durante todo ese tiempo, el cuerpo de esta persona habría permanecido en la casa sin que nadie se percatara de su presencia.

La vivienda donde fue hallado el cadáver, junto a una silla, lleva más de diez años cerrada y está en una zona acotada y con acceso restringido, que cuenta con vigilancia las 24 horas. No obstante, al haber riesgo de derrumbe y no detectar la presencia de nadie en el interior, ninguno de los vigilantes había accedido a la misma hasta ayer, cuando localizaron el cadáver.

Hasta el lugar acudieron agentes de la Policía Nacional, quienes investigan los hechos. Asimismo, se desplazó la comisión judicial que a media mañana procedió al levantamiento del cadáver. El Juzgado de Instrucción número siete de València, en funciones de guardia, se ha hecho cargo del caso.

Los investigadores encontraron junto al cadáver signos que apuntan a un suicidio, pero dado el estado que presenta el cuerpo, ya en estado cadavérico, será la autopsia la que determine las causas exactas de la muerte, a priori un ahorcamiento.

Aunque la zona ZAL donde fue localizado el fallecido está cerrada, en ocasiones los vigilantes nocturnos han detectado a indigentes colándose en alguna de las casas abandonadas. Inmediatamente se les ha sacado tanto por estar prohibido como por su propia seguridad, ya que las casas presentan riesgo de derrumbe, según las fuentes consultadas.