La planta de tratamiento de residuos de Guadassuar ha permanecido sin actividad tras la confesión de Jorge Ignacio P. J. de haber asesinado, descuartizado y repartido en varios contenedores los restos mortales de Marta Calvo. La planta recoge las basuras de Manuel así como del resto de municipios de la Ribera, Costera y otras comarcas y ha detenido su actividad a media mañana de este miércoles después de que la Delegación del Gobierno requiriese a la gerente que detuviese los trabajos. Sin embargo, sobre las 19 horas ha recibido la autorización necesaria para retomar su actividad habitual.

Esta parada se ha producido tras conocerse la confesión del principal sospechoso de la desaparición de Marta Calvo, Jorge Ignacio P. J., quien ha asegurado haber descuartizado y arrojado los restos de la víctima en distintos contenedores.

Fuentes de la planta aseguran que es muy improbable que el cuerpo de la joven hubiese llegado al recinto sin que los empleados detectasen su presencia, ya que los residuos pasan previamente por una zona de cribado en la que se seleccionan y distribuyen por el recinto, en caso de ser cierta su declaración.

A pesar de las sospechas, la planta debía permanecer inactiva hasta nueva orden. Se trataba de una medida cautelar ante la posibilidad de que Jorge Ignacio P. J. dijese la verdad en su confesión inicial ante la Guardia Civil después de entregarse pasadas las 3 de la madrugada en el cuartel de Carcaixent.

En todo caso, los investigadores del grupo de Homicidios de la Benemérita y del grupo de la UCO no contemplaban esta mañana realizar rastreos en ese vertedero hasta que la investigación no estuviese en una fase más avanzada y estuviese confirmada la veracidad de lo relatado por el asesino confeso.