Las instrucciones de la magistrada al jurado del caso Sala cuando les devolvió el primer veredicto y la situación de indefensión que ha generado a las partes la destrucción del acta rechazada son dos de los argumentos que esgrime la Fiscalía de Alicante para pedir la nulidad del juicio. La Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) tendrá que decidir si anula la vista oral y sienta de nuevo en el banquillo a Miguel López tras su absolución por el asesinato de su suegra, María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala. Los motivos que esgrime la Fiscalía van en la misma línea de los que plantea el abogado Francisco Ruiz Marco, que ejerce la acusación particular en nombre del hijo mayor de la fallecida.

El recurso del Ministerio Público cuestiona la imparcialidad de la magistrada Francisca Bru que hizo valorar al tribunal popular «pruebas de descargo, que habían sido aportadas por la defensa, pero que (...) no tenían ninguna trascendencia». Con la destrucción del veredicto devuelto, el fiscal José Llor incide en que no puede saberse si la motivación que daba el jurado en ese primer dictamen rechazado era o no suficiente, y subraya el «evidente oscurantismo» de la magistrada cuando se negó a entregar la primera acta.

Un «borrador»

Como ha confirmado este diario, la noche del 8 de noviembre, día y medio después del final del juicio, la magistrada devolvió al jurado un primer veredicto por falta de motivación que era condenatorio por siete votos a dos. Tras retirarse a deliberar, el tribunal popular cerró treinta horas después un nuevo dictamen de no culpabilidad por seis votos a tres. Al reclamar las acusaciones la primera acta, la única respuesta que recibieron del secretario Manuel Cerdán fue que ésta no figuraba unida a las actuaciones. Al pedir más aclaraciones, el letrado judicial precisó que ese documento era un «borrador» y que fue destruido, lo que impidió conocer los primeros argumentos del jurado.

El fiscal asegura que «esa apreciación no tiene soporte legal alguno» e incide en el recurso en que «la destrucción del acta, incumpliéndose por parte del secretario su deber de custodia, impide (...) que se pueda saber por esta parte y por el tribunal que debe decidirlo, si la devolución del acta fue correcta». En este sentido, el fiscal Llor lamenta que la única constancia que tiene de que el primer veredicto era condenatorio son las noticias publicadas en los medios de comunicación, aunque de las instrucciones de la magistrada a los jurados aquella noche del viernes se desprende que así era. Por este motivo, asegura que reclamar el acta devuelta era «el único medio» que le quedaba para saber si la devolución había sido correcta antes de presentar el recurso ante el TSJ.

El fiscal cita como ejemplo de la supuesta falta de imparcialidad de la magistrada el hecho de que Bru indicara expresamente al jurado que valorara el hecho de que la prueba de la parafina hubiera dado negativa al acusado.