El pastor de la «Iglesia Cristiana Evangélica Oasis de Restauración» en busca y captura por un delito continuado de abuso sexual a una menor de quince años pertenece a una congregación no reconocida por la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España. Pese a que el procesado utilizó dicha condición para acercarse a la víctima que acudía regularmente junto a su familia a los actos de culto, fuentes de Ferede aseguran que «no tiene credenciales» y que ni él ni su mujer están registrados como pastores evangélicos.

Asimismo, tras tener conocimiento de los abusos, la Asociación de Pastores de València «prestaron apoyo pastoral y psicológico a la menor y a los fieles de la congregación que la acompañaron en esta crisis, tal como actúan las iglesias evangélicas en estos casos de abusos, felizmente muy aislados, pero que tan grande perjuicio producen a las víctimas, sobre todo cuando se trata de menores».