Un juicio por abusos sexuales a una menor de quince años estuvo a punto de no celebrarse cuando la madre y tutora de la niña retiró la acusación e instó a la menor a no declarar contra su compañero sentimental. Ante esta circunstancia y la negativa de la víctima - a instancias de su madre - a ratificar en la vista oral los supuestos abusos de su padrastro, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial solo podía absolver al acusado. No obstante, la magistrada le aclaró a la joven que ya es mayor de 16 años y está obligada a declarar, aunque su madre se niegue a ello acogiéndose a la dispensa para parientes que recoge el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Tras esta valoración de la Sala, la adolescente declaró finalmente y contó de nuevo lo mismo que ya había declarado durante la fase de instrucción, que la pareja de su madre le realizaba tocamientos en los glúteos, a la vez que le realizaba comentarios de índole sexual y que había intentado besarla en varias ocasiones.

El Ministerio Fiscal solicita una pena de cinco años y medio de prisión para el acusado por un delito continuado de abuso sexual a persona menor de 16 años. Los hechos fueron denunciados por la madre de la menor en mayo de 2018 pero desde entonces hasta hoy la progenitora «ha querido tapar los citados abusos», según remarcó en su informe el fiscal, aunque no se vayan a adoptar medidas contra ella.

Por su parte, el acusado, que se acogió a su derecho a no declarar, niega los abusos y su defensa pide la libre absolución al entender que fueron «muestras de cariño mal interpretadas». Asimismo, aclaran que la madre retiró la denuncia porque la niña le reconoció que le había mentido. Según la versión de la defensa, la menor lo que pretende con su acusación es vivir sola en el pueblo.

En el último turno de palabra que se concede a los acusados, el procesado insistió en que «en ningún caso» abusó o intentó abusar de la hija de su pareja y lo atribuye a una «rabieta de adolescente». «Puede que la presionara demasiado porque no tenía buenos resultados en el colegio», apuntó.

Sin embargo, el fiscal aprecia que los tocamientos que realizó en diversas ocasiones a la menor cuando tenía quince años fueron «con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos», de ahí que solicite cinco años y medio de prisión para el acusado.