Nicolás Jaraíces es de Benimuslem, tiene 21 años y una herida en el pecho cuya cicatriz le recordará durante toda la vida el terrible acontecimiento sucedido durante la madrugada de Navidad. «Defendí a un joven para que no le pegasen y me lo pagó con una puñalada», manifestó ayer a Levante-EMV mientras todavía se recuperaba en el hospital.

Todo sucedió cuando la localidad acogió una animada verbena durante la Nochebuena que se prolongó hasta la madrugada. Según diversas fuentes, el agresor, vecino de Benimuslem, protagonizó una reyerta momentos antes con otro joven de la localidad. «No le di importancia porque en muchas fiestas la gente se pelea», explicó Nicolás, que prosiguió: «Pero después se fue hacia dos chicas y les pegó, cayeron incluso al suelo. Eso ya no me pareció tan bien. Un amigo y yo fuimos a hablar con él. Le dije que se lo llevara a casa para que se tranquilizara y así no tuviese más problemas ¡Qué cosas! Intentaba defender a una persona que poco después me apuñalaría».

Nicolás se quedó disfrutando de la verbena unos minutos más. Los que tardó su agresor en perpetrar el ataque. «Según nos han contado, él intentó coger un cuchillo y fue su suegro el que se lo quitó. Parece que tenía intención de salir a por alguien. Aprovechó cuando el hombre se fue al baño para salir de casa, corriendo, y cuando me di cuenta lo tenía delante y me apuñaló. Después incluso intentó ir detrás de mis amigos», aseguró.

Un sangriento caos se desató en apenas unos instantes. «Recuerdo que le chillé a mi primo: 'Por favor, saca el coche'. Estuvo muy rápido. Yo intenté taponar la herida con mi camisa, pero era muy fina y poco pude hacer. Mis amigos me dejaron más ropa y entre todos hicimos lo que pudimos hasta que me trajeron al hospital», indicó Nicolás.

Benimuslem es una localidad con algo más de 600 habitantes, por lo que prácticamente todos los vecinos se enteraron de lo ocurrido. Entre ellos, el alcalde. «Todo ocurrió cerca de mi casa. Recuerdo que cuando salí me encontré con un montón de sangre. Cuando me explicaron lo ocurrido, fui al hospital para preocuparme por su estado. Cuando vi que estaba bien, dentro de la gravedad del suceso, regresé a casa», aseguró Ramón Pascual.

La puñalada, cerca de una arteria

«Se quedó a dos milímetros de una arteria, he tenido mucha suerte. Gracias a Dios sigo aquí. Si a lo mejor hubiese metido el cuchillo durante un segundo más yo ahora no podría estar contando lo que me pasó. Aún así, perdí mucha sangre y me tuvieron que hacer siete transfusiones», aseguró Nicolás.

La madre del joven se llevó el disgusto de su vida, aunque afortunadamente todo ha quedado en un susto: «Yo estuve poco antes también en la verbena. Había un gran ambiente, gente de todas las edades. Me fui sobre las 3,30 y mi hijo me dijo que se quedaría un rato más. Pasaban de las cuatro cuando empecé a escuchar gritos, pero no eran los típicos de alegría y fiesta. Oía chillidos por todas partes, así que decidí ver qué ocurría. En ese momento escuché: '¡Nico!'. Salí de casa y me fui hacia el ayuntamiento. Me encontré con las puertas cerradas y unas sudaderas llenas de sangre. En ese momento, cuando me vieron, me lo contaron. El médico me dijo que si no fuera tan corpulento, seguramente la puñalada le habría hecho más daño».

Según fuentes consultadas, el agresor, de unos 24 años, fue detenido por la Guardia Civil poco después del suceso.