Una distracción, la niebla o la suma de ambos factores pueden estar detrás del grave accidente de tráfico sucedido este sábado en la carretera N-332 en Cullera. Poco después de las 9 de la mañana dos vehículos, uno de los cuales circulaba en dirección a Sueca y otro hacia Alicante, chocaron frontolateralmente a la altura de la montaña Cullera en el hito kilométrico 249, considerado uno de los puntos negros de las carreteras valencianas en todo el tramo entre Sueca y Favara por su alta siniestralidad y que, además, se encuentra en obras.

Según ha podido saber Levante-EMV, el conductor del turismo que viajaba hacia Alicante invadió por error, el carril del sentido contrario. Cabe recordar que una intensa niebla cubrió durante buena parte de la mañana desde la Valldigna hasta el área comprendida entre Sueca y Sollana, lo que dificultó la visibilidad en la carretera.

Así, cuando llegó a la altura del otro turismo, ocupado por tres vecinos de Tavernes de la Valldigna -un hombre, su hijo y la esposa de éste-, el impacto fue inevitable. Sin embargo, la pericia de este conductor evitó una tragedia mayor al poder esquivar en el último momento el choque frontal y dar un volantazo hacia el talud lateral de la vía.

Pese a ello, la colisión fue de gran violencia. Varias personas que se encontraban en esos momentos en algunas casetas de campo situadas junto a la carretera y a la vía del tren escucharon el estruendo y fueron los primeros en avisar a los servicios de emergencia, si bien los ocupantes de los vehículos pudieron salir por su pie y esperaban junto a la carretera la llegada de personal sanitario.

Los heridos, siete en total -ya que hubo un tercer vehículo implicado-, fueron trasladados por un SAMU y una ambulancia de Soporte Vital Básico al Hospital de la Ribera con policontusiones y se recuperan de sus lesiones.