Un abogado valenciano se enfrenta a una petición de pena de dos años de prisión y al pago de una multa de 2.400 euros por un presunto delito de apropiación indebida. La víctima, su propia madre, de 74 años, quien padece una enfermedad mental degenerativa. El juicio, que tenía que haberse celebrado ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València, tuvo que suspenderse por la incomparecencia del acusado, quien se encuentra actualmente en Perú, según él mismo reconoció telefónicamente a Levante-EMV.

«Juraría que le envié los billetes de avión a la abogada de oficio para que suspendiera el juicio, pero sopeso la posibilidad de que se me olvidara comunicarlo al juzgado», explica M. L. P., de 47 años y colegiado desde 1996.

El letrado reconoce que en los últimos años sus problemas con la Justicia han ido en aumento: condenado en 2012 al pago de una multa por un delito de calumnias contra un juez de Burgos; juzgado en 2016 por un delito de apropiación indebida por el reparto de una indemnización de más de 200.000 euros por un accidente con dos fallecidos -del que fue absuelto-; y con una causa pendiente tras la denuncia por impagos de dos pasantes de su despacho.

«Mi paso por la Ciudad de la Justicia es para incluirlo en la serie de 'Mis terrores favoritos'», se lamenta el letrado acusado ahora de apropiación indebida por contratar presuntamente dos préstamos a nombre de su madre, declarada incapaz en 2018, por importe de 13.300 euros. Según la Fiscalía, el procesado «dispuso en beneficio propio del dinero conseguido sin que hasta la fecha haya reintegrado cantidad alguna».

M. L. P. atribuye muchos de sus problemas a la gestión de su secretaria. «Todos en el despacho me estaban robando, los clientes no pagaban, y mi secretaria comentó lo de los préstamos y que ella se encargaba de todo», argumenta el acusado, quien ha sido inhabilitado por el Ilustre Colegio de Abogados de València (ICAV) tras numerosas sanciones.

Según su versión, todas las notificaciones le llegaban a su secretaria, quien no le informaba de ellas. «Iba a celebrar juicios y no me daban la toga por las numerosísimas sanciones, de las que yo no tenía conocimiento». De hecho, asegura que presentó un escrito para «que no me tuviesen por notificado en la persona de ella». Asimismo presentó una denuncia contra ella, «pero lo archivaron porque dicen que era una venganza».

El fiscal le solicita ahora una pena de dos años de prisión y el pago de una multa de 2.400 euros por un delito de apropiación indebida cometido con abuso de las relaciones personales. Asimismo debería abonar 23.083 euros por las cantidades defraudadas a su madre. La mujer, de 74 años, padece trastorno mental de carácter crónico y degenerativo con deterioro cognitivo moderado-severo y demencia, por lo que tenía anuladas su voluntad y capacidad de conocimiento.

El procesado, que figuraba como autorizado en las dos cuentas bancarias de ésta, se habría aprovechado de la situación de su madre, interna en una residencia, para contratar dos préstamos a su nombre, según la Fiscalía.