Allá por el verano de 2007, una operación de narcotráfico a gran escala salpicaba a la Benemérita. La Policía Nacional procedía entonces al arresto de Alejandro D. M., que era sargento de Tráfico de la Guardia Civil de Cartagena, y de José D. D., miembro del Seprona de Murcia. Ambos, presuntamente, daban cobertura a los narcos y les ayudaban.

Casi 13 años después de aquello, ha salido el juicio, del cual ambos agentes han salido absueltos. El motivo: la anulación de las escuchas que habrían supuesto una prueba importante a la hora de demostrar su implicación.

«Dándose la circunstancia de que no existe prueba otra alguna que no derive de esta inicial intervención del teléfono de Iván E. P. (otro de los acusados), por lo que de acuerdo con la teoría del fruto del árbol envenenado, las demás pruebas obtenidas derivadas de la nulidad están también afectas de nulidad, esto nos lleva a dictar, por falta de prueba, una sentencia absolutoria respecto de José D. D. y de Alejandro D. M., declarando respecto de ellos las costas de oficio y acordando la devolución de la fianza prestada para obtener la libertad provisional», se lee en el auto judicial.

Otros 15 acusados que se declararon culpables han sido condenados por la Audiencia Provincial de Murcia (su Sección 5ª, la que se encuentra en Cartagena) a penas de entre 6 meses y dos años y medio de cárcel.

El abogado alicantino Ricardo Martínez Martínez fue el defensor de uno de los dos guardias civiles, concretamente de Alejandro D. M. De la defensa de José D. D. se ocupó el penalista José Mª Caballero Salinas.

En agosto de hace ahora 13 años, la Policía Nacional decomisaba cerca de 3.000 kilos de hachís en la operación 'Charter', que arrancó para comprobar la procedencia de las embarcaciones de alta velocidad utilizadas por los narcotraficantes para traer las partidas de hachís a la costa. Un día iban a alijar 2.200 kilos de hachís en la playa cartagenera de Las Amoladeras. Los policías nacionales frustraron el desembarco.