Expulsado de la sala. Así acabó ayer Juan Cano, considerado por la Guardia Civil y las acusaciones autor intelectual de la muerte de su predecesor en la Alcaldía de Polop, Alejandro Ponsoda. Ocurrió casi al final de una densa y larga jornada en la que el investigador principal, capitán de la UCO, relató durante más de cinco horas cómo se había desarrollado la investigación, las hipótesis descartadas y las pistas que condujeron hasta Cano.

A una pregunta precisamente de su defensa sobre la presencia de «una mujer rubia» en la reunión celebrada en la sala VIP del club de alterne donde supuestamente se urdió el plan para matar a Ponsoda, el responsable de la investigación comenzó a responder que la habían identificado como una prostituta que tenía una relación con Cano y que después desapareció. Fue el momento en que el acusado lanzó a gritos un «mentiroso» al agente ante lo que la presidenta del tribunal, ordenó tajante que abandonara la sala de vistas.