Todavía no se había cumplido el mes desde que le fue retirado el permiso de conducir por circular ebrio -prohibición que debía cumplir hasta el próximo mes de agosto- y nuevamente fue arrestado en València por idéntico delito. En esta ocasión la tasa era tan alta (1,48 mg por litro de aire espirado) que el conductor prácticamente no podía ponerse en pie y se le caían las cosas de las manos cuando fue parado por la policía.

El detenido, de nacionalidad ecuatoriana, circulaba en una furgoneta Ford Transit por la avenida Peris y Valero de València cuando realizó un giro tomando la calle Cuba en sentido contrario a las 4.30 horas de la madrugada del pasado lunes. Dicha maniobra prohibida fue observada por una patrulla de la Policía Nacional, cuyos agentes le dieron el alto.

Nada más percatarse de que podía encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas, dados los síntomas que presentaba, se solicitó la presencia de la Policía Local de València para someter al conductor a la pertinente prueba de alcoholemia.

Los agentes reflejaron en su atestado que el conductor presentaba «incapacidad para caminar en línea recta, aliento a alcohol notorio a distancia y habla pastosa e incoherente». Así como otros signos en los ojos, olor a alcohol y torpeza en las manos.

Tras ser sometido voluntariamente a la prueba de alcoholemia el conductor arrojó una tasa de 1,48 miligramos por litro de aire espirado, tanto en la primera toma como en la segunda realizada 25 minutos después, lo que supone casi seis veces la tasa permitida.

Aunque inicialmente no figuraba que tuviera el permiso retirado, posteriormente en sede judicial se comprobó que tenía una sentencia reciente del 21 de diciembre en la que se le condenaba a 1.080 euros de multa y se le privaba del derecho de conducir vehículos a motos y ciclomotores hasta el próximo 11 de agosto.

Incumpliendo claramente dicha sentencia ha vuelto a ser detenido circulando ebrio. En el juicio rápido por dos delitos contra la seguridad vial, celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción número 20, se le impuso una pena de 92 días de trabajos en beneficio de la comunidad y dos años de retirada del carné a contar a partir del cumplimiento de la otra condena.