El grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional de València está intentando localizar al hombre que, en la tarde del miércoles, trató de llevarse a una niña de tres meses de edad de la UCI pediátrica del Hospital Clínico de València, un departamento de muy restringido acceso, haciéndose pasar por médico, aunque no lo logró gracias a que la madre no le creyó y se negó a entregarle a su bebé.

De momento, la Policía Nacional aún no ha logrado identificar al presunto secuestrador, aunque cuenta con una descripción muy detallada y con su imagen, captada por varias de las cámaras de seguridad del hospital. Se trata de un hombre de alrededor de 30 años, de 1,70 metros de estatura, con barba y pelo muy morenos, tez oscura y acento uruguayo o argentino, que vestía un suéter de color rosa, un jersey marino sobre los hombros, pantalón oscuro y zapatos de piel.

Al parecer, tras rebasar la primera puerta de acceso al área de cuidados intensivos, preguntó por la niña en uno de los controles de Enfermería, utilizando su nombre y primer apellido. Las enfermeras le explicaron que estaba en la zona de lactantes y le indicaron dónde se encontraba.

El desconocido entró en el lugar indicado y se dirigió a la madre pidiéndole que firmase una serie de documentos para poder llevarse a su hija para realizarle unas pruebas médicas. Sin embargo, la madre no le creyó, entre otras razones, porque ni siquiera vestía bata sanitaria, así que se negó a firmar y a que se llevara a la pequeña. Y, además, alertó a las enfermeras, momento en que el hombre salió corriendo del lugar.

El hecho de que preguntase directamente por la menor y de que acudiese a la UCI dentro del horario de visitas -muy restringido y reservado solo a familiares- ha llevado a la Policía a investigar si el sospechoso conocía de antemano a la familia. Ni el padre ni la madre de la menor, que está ingresada con una afección respiratoria, conocían al presunto secuestrador, según sus primeras manifestaciones a los investigadores.

Nada más producirse el intento de secuestro por parte del falso médico -justificó la ausencia de bata diciendo que era médico residente-, el responsable de Pediatría que estaba en ese momento como jefe de servicio envió un mensaje hablado de alerta a todas las unidades neonatales y pediátricas de los hospitales de València, a petición de la policía, advirtiendo del hecho.

La policía pidió máxima difusión interna del intento de secuestro ante la posibilidad de que el desconocido hubiese elegido una víctima al azar y tratase, por ello, de llevarse a cualquier otro bebé en alguno de los hospitales de la ciudad.

Sin embargo, no se ha registrado ningún otro caso, por lo que existen muchas posibilidades de que pretendiese llevarse a esa niña en concreto por razones que todavía no han podido ser esclarecidas.

En mayo de 2016, la Audiencia de València condenó a un año y medio de prisión a una joven que había tratado de llevarse a un niño recién nacido de la unidad de Maternidad de La Fe, después de haber sufrido dos abortos y un embarazo psicológico. Ese mismo día, había intentado secuestrar a otros cuatro bebés, uno de ellos en el Hospital de Cartagena, donde sustrajo una bata que luego usó en València para hacerse pasar por enfermera cuando trató de llevarse al bebé. En ese caso, fue el padre quien la destapó al fijarse en que el logo de la bata era del hospital cartagenero y no de La Fe.