Un exconcursante del programa de televisión "Mujeres y hombres y viceversa" acusado de dejar morir de hambre a su perro ha sido condenado a nueve meses de prisión por un delito de maltrato animal. Javier Cohen ha reconocido los hechos en el juicio celebrado por conformidad en el Juzgado de lo Penal número 17 de València esta mañana.

Asimismo, el juez le impone dos años y medio de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con animales y para la tenencia de los mismos por el mismo periodo. De igual modo se ha acordado suspender la pena privativa de libertad con la condición de que no cometa ningún delito durante un plazo de tres años y que se someta a un curso de reeducación relacionado con el cuidado de los animales.

Los hechos ocurrieron en la primavera de 2016, tal y como adelantó en exclusiva en su día Levante-EMV. El ahora condenado, que había participado en un programa de televisión como tronista, poseía un perro de raza Bulldog americano de nombre ´Mack´, de tres años de edad y sin chip reglamentario.

Según ha quedado acreditado, el acusado dejó de prestar al animal la atención y el cuidado necesarios para su correcta alimentación y desarrollo. Así, en junio de ese mismo año el perro presentaba "unas pésimas condiciones de salud, con anemia y ganglios aumentados, estaba deprimido y desorientado y tenía dificultades para levantarse y apenas podía moverse debido a la desnutrición y a un estado caquéctico". Asimismo tenía insuficiencia renal y padecía leishmaniosis.

Pese a todo ello el procesado omitió proporcionar al animal el adecuado tratamiento veterinario, según remarca el fiscal de Medio Ambiente, que solicitaba una pena de 18 meses de prisión por un delito de maltrato animal, como ya informó este periódico.

Llevó al perro a la protectora

Finalmente Javier Cohen llevó al perro a la protectora Modepran de Paterna, pero sin identificarse como su propietario. El personal del centro se hizo cargo del animal pero debido a la falta de cuidados que se había prolongado durante meses tuvieron que practicarle una eutanasia humanitaria para evitarñe mayores sufrimientos.

El condenado deberá indemnizar a la protectora Modepran, que se hizo cargo de todo y ejerció la acusación, con 117,85 euros por los gastos ocasionados en el cuidado del animal y su incineración.