Un cazador que abatió a un calamón común, ave incluida en el listado de especies silvestres protegidas, en la Albufera en noviembre de 2017 fue juzgado ayer en València por un delito de caza ilegal. La Fiscalía de Medio Ambiente de València solicitaba para el acusado una pena de dos años de prisión y alternativamente, si se demostraba que había actuado por imprudencia, un año de cárcel.

Finalmente, tras reconocer los hechos y llegar a un acuerdo de conformidad, se le ha condenado a cuatro meses de multa y a la inhabilitación especial para el ejercicio de caza durante el mismo periodo de tiempo por un delito de caza ilegal por imprudencia. Se le aplica una pena inferior al considerar que disparó sin ver a su presa ni reparar en el tipo de ave que era. El calamón común está catalogado en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, su caza está prohibida y cuenta con especiales medidas de conservación.

En un arrozal de Sollana

Los hechos ocurrieron sobre las 18.25 horas del 26 de septiembre de 2017 cuando el acusado se dirigió a un puesto de caza fijo, situado en un arrozal, a una distancia inferior a cien metros del lago de la Albufera, en la partida de la Foia, en el término municipal de Sollana. El procesado portaba una escopeta y poseía la correspondiente licencia de armas y de caza. No obstante, el ave que abatió tras realizar dos disparos se trataba de un calamón común, también conocida como «gall de canyar». Dicha especie, que dejó de nidificar en las zonas húmedas de la Comunitat Valenciana a principios del siglo XX, volvió a tierras valencianas tras un programa de reintroducción del calamón en la Albufera.

Desde entonces está protegido y su caza está prohibida y castigada con penas de hasta dos años de prisión. En este caso el castigo ha sido menor al no quedar acreditado que tuviera intención alguna de cazar esa especie en concreto, y que el cazador disparó desde decenas de metros de distancia hacia el lago sin saber qué animal era el que había abatido.

El acusado asumió su responsabilidad y tanto su defensa como la fiscalía llegaron a un acuerdo de conformidad para rebajar la pena inicial a la que se enfrentaba, de dos años de cárcel. Así, el Juzgado de lo Penal número 11 de València lo condena a cuatro meses de multa y cuatro meses sin licencia de caza por un delito de caza ilegal por imprudencia grave. Al existir antecedentes por hechos similares, el acusado podría perder su licencia de caza de forma definitiva o que no se la renueven.