El fiscal y la acusación particular solicitaron ayer al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que anule la absolución de Miguel Pérez, acusado en el Caso Sala de asesinar a su suegra, porque consideran que la juez que dirigió su juicio influyó en el jurado para que éste cambiara un veredicto de culpabilidad por otro de inocencia.

El TSJCV celebró en la mañana de ayer la vista para resolver los recursos de las acusaciones contra la sentencia que absolvió a Miguel López del asesinato de su suegra. María del Carmen Martínez falleció el 9 de diciembre de 2016 tras recibir dos disparos en la cabeza cuando se encontraba en un concesionario de vehículos propiedad de la familia que entonces regentaba su yerno.

La clave de la vista de los recursos se centró en lo que sucedió un viernes por la tarde, el 8 de noviembre de 2019, cuando la magistrada presidenta que dirigía el juicio por jurado llamó a los nueve jueces legos y les devolvió el acta de su primer veredicto. A partir de ahí se han planteado al TSJCV, por parte de las acusaciones, una serie de motivos para anular la sentencia, que han sido rechazados de plano por la defensa del acusado.

Según el fiscal, la magistrada decidió devolver el acta al jurado sin cumplir los trámites previos que ordena la ley, y no entregó además ese primer veredicto, que no le parecía bien fundamentado, a las partes. Junto a ello, se da la circunstancia de que ese primer veredicto ha sido destruido, por lo que es imposible acceder ahora al mismo para fundamentar recursos contra la decisión de la juez y para que la instancia superior, el TSJCV, decida si hizo bien al devolverlo al jurado. Todo ello genera indefensión a las acusaciones y abre el riesgo de arbitrariedad por parte de la magistrada cuestionada.

Por añadidura, en aquella hora en la que se reunió con el jurado y las partes, la magistrada les dio a los jueces legos una serie de instrucciones sobre cómo debían fundamentar el veredicto que, según las acusaciones, condicionaron, a favor de la absolución, la decisión final del jurado.

«Las instrucciones de la juez al jurado fueron determinantes y adolecieron de la necesaria imparcialidad», apuntó el fiscal. Además, señaló, aquellas instrucciones parciales desataron un debate con las acusaciones que presenció el jurado, lo que también condicionó su objetividad.

El fiscal y la acusación particular coincidieron además en descalificar que aquel primer veredicto, que ambos consideran como de culpabilidad aunque no llegaran a conocerlo, haya sido luego destruido, algo que hace imposible que el Tribunal Superior juzgue ahora si aquella decisión de la juez de devolver el primer veredicto fue o no correcta.

«¿La devolución del veredicto estuvo bien fundada? A día de hoy, no lo sé», remarcó el fiscal.