La muerte a golpes de una mujer de 81 años a manos de su hijo, de 40, en Torrevieja ha sido la crónica de una muerte anunciada. La octogenaria había sufrido episodios previos de malos tratos, no era la primera vez que le golpeaba con el bate de béisbol con el que presuntamente la asesinó, y según los vecinos eran constantes los enfrentamientos. El detenido prestó declaración ayer en sede judicial pero aseguró que no recuerda lo ocurrido.

El arrestado, de origen belga aunque su madre era de nacionalidad española, pasó ayer por la mañana a disposición del magistrado titular del juzgado de Instrucción 4 de Torrevieja, en funciones de guardia, y acordó su ingreso en prisión provisional y quedó investigado en una causa abierta por asesinato, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana.

Según la información del TSJ, existía una orden de alejamiento en vigor contra el detenido respecto a la víctima después de fuera condenado, en julio de 2019, a trabajos en beneficio de la comunidad y a un año de alejamiento por un delito de malos tratos en el ámbito de la violencia doméstica.

Fuentes cercanas al caso señalaron que el alejamiento de la madre fue quebrantado en dos ocasiones, en octubre y en diciembre. En el caso de octubre además la mujer fue agredida con el bate de béisbol y ayer mismo le notificaron una condena a cuatro meses de prisión por ese incidentes, según señalaron las mismas fuentes.

Una vecina residente desde hace siete años junto al chalé que ocupaba madre e hijo indicó ayer a INFORMACIÓN que los enfrentamientos del presunto parricida con su progenitora eran constantes. Hasta el punto de que parte de los residentes más cercanos optaban por no intervenir cuando esos enfrentamientos iban más allá de la propia casa y alteraban la convivencia en la calle, ya que el hombre mostraba una actitud muy violenta y un supuesto desequilibrio psíquico.

La vecina también indicó que la Guardia Civil tenía constancia de los antecedentes del supuesto parricida, ahora en prisión preventiva. Según las mismas fuentes, en octubre pasado el acusado se autolesionó, provocándose una profunda herida en el cuello, en uno de los episodios en los que también agredió a su madre con el mismo bate que acabó con su vida el domingo.

Semanas después de la madre habría asegurado a un vecino que había declarado en el juzgado para que la orden de alejamiento no fuera efectiva, según las mismas fuentes.

En la calle Leonardo da Vinci de la urbanización San Luis-El Chaparral el crimen ha causado gran impacto, pero más por el hecho de que era una situación de violencia doméstica muy conocida y denunciada por los propios vecinos, y que incluso habían remitido vídeos y audios sobre las trifulcas en la vivienda.

San Luis es un barrio residencial de viviendas turísticas unifamiliares muy tranquilo con gran diversidad de población -española, británica, inglesa y rusa, sobre todo-, sobre todo jubilados. Según las mismas fuentes vecinales madre e hijo no eran propietarios de la vivienda, que los agentes de la Policía Local y Guardia Civil hallaron muy desordenada y semiabandonada.