Una operación conjunta de la Policía Nacional y de la Guardia Civil ha permitido detener a dos hombres de 36 y 65 años de edad como presuntos responsables de una plantación de marihuana en un chalé de Chiva en la que los agentes confiscaron 250 plantas y el aparataje habitual que los traficantes montan para lograr el máximo rendimiento en el mínimo espacio posible. En esta ocasión, la novedad es que habían elegdio un chalé de una zona de diseminados porque evitaban que le olor de la marihuana alertase a los vecinos y que la custodiaban con perros de los considerados de raza peligrosa.

La operación, bautizada como Amapolas-Green Sea, ha sido llevada a cabo por agentes de la Udyco de la comisaría de Xirivella y del puesto de la Guardia Civil de Chiva que comenzaron a investigar de manera separada ante la misma sospecha a finales de 2019.

Una vez que confluyeron las investigaciones, un equipo conjunto de ambos cuerpos inició los seguimientos y vigilancias de los sospechosos, lo que permitió averiguar en qué puntos estaban cultivando. Además, durante una de esas vigilancias observaron que uno de los sospechosos, el día antes de los registros y las detenciones, huyó después de atropellar en Meliana a dos personas, que resultaron heridas leves, por lo que, en su caso, al resto de delitos se le suma uno de lesiones y contra el tráfico vial.

Aunque la principal plantación estaba en el chalé de Chiva, los agentes creen que los detenidos pretendían ampliar el negocio. De hecho, ya estaban habilitando más estancias de esa casa para poder cultivar más plantas al mismo tiempo.

Los detenidos e investigados, así como los efectos intervenidos, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Requena.