Un agente de la Policía Nacional de Alcoy se vio obligado a usar su arma reglamentaria para reducir a tiros a un perro de una raza catalogada como potencialmente peligrosa, en concreto un American Stafford, que estaba atacando a un compañero y no dejaba de morderle. El agente atacado resultó herido y precisó asistencia sanitaria por las mordeduras.

Los hechos sucedieron el pasado miércoles por la tarde en un inmueble de la calle Arzobispo Doménech de Alcoi. Dos agentes de la Policía Nacional acudieron a dicho inmueble para detener a un hombre que había quebrantado presuntamente una orden de alejamiento y mientras los agentes trataban de arrestar al varón, que estaba ofreciendo resistencia, apareció un perro que llegó de otra vivienda, según señalaron a este diario fuentes cercanas al caso.

El can se abalanzó sobre uno de los agentes y comenzó a morderle. El perro no soltaba al agente y el compañero del policía optó por sacar su pistola y comenzó a disparar al animal para evitar males mayores dada la peligrosidad del can.

De hecho, hasta el tercer disparo el perro no dejó de morder al policía, que tuvo que ser atendido posteriormente de las lesiones en un centro sanitario ocasiones.

La Policía Local también acudió al lugar del suceso, procediendo a cortar la vía, mientras que personal de la Protectora de Animales procedió a trasladar al perro a una clínica veterinaria cercana, dado que aún no había fallecido. Las fuentes consultadas no pudieron concretar si el perro se salvó o murió finalmente a causa de los disparos.

El hombre, que al parecer no es el propietario del perro, fue detenido, además de por el quebrantamiento de la orden de alejamiento, por un delito de atentado a agente de la autoridad.