La titular del Juzgado de Instrucción nº 4 de Huesca ha ordenado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de la pareja de nacionalidad alemana que se saltó el pasado viernes un control fronterizo establecido en la boca española del túnel del Somport, en el Pirineo de Huesca, y protagonizó una peligrosa fuga de 70 kilómetros.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, la magistrada ha valorado la peligrosidad generada durante la persecución a la hora de decidir, de acuerdo a la petición de las acusaciones, el traslado a prisión de los detenidos por presuntos delitos de atentado agravado, contra la seguridad vial, lesiones a tres guardias civiles y daños.

Así, el auto destaca que el fin de la medida de prisión es evitar el "evidente riesgo de fuga" de los detenidos, Christina Anna F.B., de 40 años, y Thomas G., de 34, al no tener domicilio en España, la gravedad de las penas a las que se enfrentan y la posibilidad de reiteración delictiva.

La mujer detenida, que conducía el vehículo, un turismo BMW de alta gama, no ha cuestionado en su declaración el relato de hechos del atestado policial, y se ha limitado a argüir que ella y su compañero actuaron movidos por el pánico al creer que los policías no eran auténticos y que podían ser objeto de un robo.

Los hechos tuvieron lugar la tarde del viernes pasado, tras saltarse la pareja el control policial en el Somport y ser alertada de la situación tanto la Policía Nacional de Jaca como la Guardia Civil.

El atestado refiere que unos kilómetros después, en la rotonda de Sabiñánigo que pone fin a un tramo de autovía, unos motoristas de la Guardia Civil se sumaron a la persecución con luces y sonidos para instar al coche fugado que se detuviera.

Tras colisionar contra un vehículo oficial que se interpuso en su camino, la pareja se adentró en el puerto de Monrepós a velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora y generando situaciones de grave peligro para el escaso tráfico existente debido a las restricciones del estado de alerta por coronavirus.

A la altura de Nueno, a pocos kilómetros de la capital oscense, uno de los vehículos de la Guardia Civil consiguió adelantar al coche fugado y ponerse delante para obligarle a reducir la velocidad de la huida.

En ese momento, siempre según el relato policial, la mujer embistió al vehículo que le cerraba el paso y maniobró hacia atrás, arrollando la moto de uno de los agentes que les perseguía, el cual pudo saltar instantes antes para evitar el atropello.

Uno de los agentes perseguidores aprovechó esta situación para efectuar dos disparos a las ruedas del vehículo en fuga, que perdió finalmente la dirección y se salió de la calzada tras chocar contra una bionda de protección.

En el vehículo de los detenidos, los agentes perseguidores, tanto Guardia Civil como Policía Nacional, hallaron varios teléfonos móviles, discos duros y baterías de recambio, por lo que los investigadores no descartan una posible vinculación con el tráfico de drogas, a la espera del análisis del material incautado.

En su comparecencia judicial, la mujer, la única que ha aceptado declarar, ha manifestado que la intención de ambos era iniciar "una nueva vida" en España con unos amigos suyos asentados en el país.