Un hombre de 34 años de edad ha ingresado en prisión por la presunta violación de una joven de 23 y con una importante discapacidad intelectual a la que supuestamente mantuvo retenida durante dos días en un piso de Pinedo donde la habría utilizado como 'esclava sexual', bajo la amenaza de un machete. La joven fue liberada por la Guardia Civil después de que llamase pidiendo ayuda en un descuido de su presunto captor, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia.

Los hechos sucedieron la pasada semana, cuando ya había entrado en vigor el decreto de estado de alarma por la pandemia de coronavirus que mantiene paralizado el país y cuando los movimientos de la ciudadanía ya habían sido restringidos para evitar el vertiginoso crecimiento de contagios de Covid-19.

Según relataría la víctima a la Guardia Civil tras su liberación, la joven, que sufre una discapacidad intelectual del 37 por ciento, contactó con el ahora encarcelado a través de una aplicación de móvil para citas el lunes, día 16 de marzo.

Tras dos días de conversaciones, acordaron verse el miércoles en la casa del detenido, en Pinedo. Así, la joven salió de su casa y acudió en un taxi al punto acordado, adonde llegó alrededor de las siete. Ese era ya el cuarto día de confinamiento de la ciudadanía, pero los controles policiales aún no estaban siendo tan férreos como a partir del viernes siguiente, porque seguía en vigor la estrategia de dar tiempo a la población a adaptarse a la nueva situación, absolutamente excepcional.

Fue el viernes por la noche cuando la chica, en un descuido de su presunto captor, pudo llamar por teléfono a emergencias y pedir auxilio, relatando que la habían violado bajo la amenaza de un machete. Una patrulla de la Guardia Civil acudió al lugar que ella les indicó y pudieron liberarla y detener al presunto agresor, quien ha negado las acusaciones y ha insistido en que las relaciones sexuales mantenidas fueron consentidas.

El arrestado fue llevado ante el juez de guardia de València en la tarde del domingo. Tras escuchar su declaración y analizar el atestado elaborado por la Guardia Civil, el juez de Instrucción número 20 de València, y a petición del fiscal, ordenó el ingreso en prisión del sospechoso, quien ha sido puesto bajo el protocolo de prevención de suicidios, como sucede con todo interno nuevo, sobre todo si, como es el caso, está acusado de un delito grave.