La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 55 años y condenado por agresión sexual por romper la prohibición de entrar en València, tras ser sorprendido deambulando con una bicicleta por las inmediaciones de la estación de autobuses de la ciudad. Los agentes le dieron el alto cuando lo vieron mirando de cerca, en actitud sospechosa, varias bicicletas que estaban ancladas con candados en la vía pública.

La detención se produjo en la mañana del sábado, cuando agentes de la Policía Nacional pararon a un hombre en bicicleta en aplicación del actual estado de alarma y, al identificarle, se dieron cuenta de que tenía en vigor una prohibición de entrar en el término municipal de València. Se trata de una pena complementaria que le fue impuesta por la sección tercera de la Audiencia de València en una sentencia que lo condenaba por agresión sexual.

Además, ha sido sancionado por incumplir el decreto de estado de alarma que obliga a la población a mantenerse confinada en su domicilio salvo por causas justificadas, para frenar la expansión del coronavirus. Cuando los agentes le preguntaron por qué estaba en la calle, esgrimió tres excusas distintas. La primera, que venía de casa de un amigo. Al informarle de que eso no le permitía estar en la calle, soltó la segunda: que venía de trabajar de un restaurante.

Cazado en una nueva mentira, acabó admitiendo que había salido a "dar una vuelta". Entonces, le requirieron el DNI para tomar nota de sus datos personales y formalizar el acta de sanción. Fue en ese momento cuando descubrieron el quebrantamiento de la condena que le impedía entrar en València, por lo que, además de denunciarle, lo detuvieron.

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