El fiscal pide 28 años de prisión para un conserje y entrenador de gimnasia artística femenina en un club de un ayuntamiento de la Plana Baixa (Castellón), a quien acusa de abusar sexualmente de niñas que entrenaban con él, una práctica que, según la acusación particular, mantuvo desde 1992 hasta 2017.

El juicio se celebrará entre los días 15 y 18 de junio próximos en la Audiencia de Castellón y en esa vista el Ministerio Público presentará cargos por delitos continuados de abusos sexuales sobre cinco menores con edades comprendidas entre los seis y los 14 años.

Además de la pena de prisión, el fiscal solicita también 46.000 euros de indemnización, de la que considera responsable civil subsidiario al club, al Ayuntamiento y a la Federación Valenciana de Gimnasia.

Por su lado, la acusación particular, en representación de tres de las denunciantes, acusa de cuatro delitos de abusos sexuales y tres de vejaciones, por los que pide la misma pena, 28 años de cárcel, y una indemnización de 35.000 euros, con los mismos responsables subsidiarios.

Abusos "enmascarados bajo la disciplina"

El relato de hechos del escrito de la abogada Eva Marín, que ejerce la acusación particular, cuenta cómo el acusado, que está en prisión preventiva desde junio de 2017, era funcionario público desde el año 1986 y ejercía de conserje de las Instalaciones del Polideportivo Municipal del Ayuntamiento, pero también de entrenador del club de gimnasia artística femenina.

Desde ese club, que él mismo fundó en 1989, consiguió que muchas de las gimnastas obtuvieran éxitos en las competiciones nacionales. Pero también, siempre según la acusación, usó su posición para atentar contra la libertad sexual de muchas de las menores a las que entrenaba, y ello "desde 1992 y hasta el momento de su detención", en 2017. Los abusos se "enmascaraban" tras "la rigidez de la disciplina que impartía", con la que conseguía atemorizar a las menores "tratándolas de forma violenta, con insultos y menosprecios, humillándolas. Al mismo tiempo las iba recompensando con pequeños premios para ganarse su fidelidad y confianza, todo ello con la finalidad de manipularlas y así atacar su libertad e indemnidad sexual a su antojo".

Finalmente, una de las menores se decidió a rechazar de plano el acoso del entrenador. Se trataba de una gimnasta prometedora para la cual el club había propuesto la concesión de una Beca Blume (Centro de Tecnificación de Madrid, Joaquín Blume), relata la acusación particular. En 2017, la niña presentó denuncia ante la Guardia Civil. Su abogada relata las amenazas del entrenador para que accediera a los abusos a cambio de la beca y, cómo a pesar de todo, la menor logró una de las mejores puntuaciones en los últimos años en el Campeonato Nacional de Gimnasia Artística Femenina de Valladolid, celebrado a mediados de julio de 2016.

Sin embargo, la denunciante no consiguió ninguna de las Becas Blume que fueron concedidas por el Consejo Superior de Deportes ese año.