Han pasado cinco largos meses, con sus noches y sus días, desde que el 7 de noviembre pasado Marta Calvo, de 25 años, muriese a manos de Jorge Ignacio P. J., un traficante de drogas que se ha revelado como un presunto homicida en serie, con tres muertes y siete agresiones sexuales a otras tantas mujeres que sobrevivieron a encuentros sexuales con el sospechoso. Pese a los denodados esfuerzos de la Guardia Civil por encontrar los restos de la chica de Estivella, la familia continúa llorándola sin haber podido dar sepultura a su cuerpo y confiando, aún, en que la búsqueda de algún vestigio de la joven en el vertedero de Dos Aguas dé sus frutos.

Fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV han explicado que los cálculos estimados antes del estado de alarma situaban entre finales de mayo y mediados de junio el momento en que los trabajos de remoción de la basura llegarían al punto más probable donde estarían los restos en caso de que su presunto asesino hubiese dicho la verdad cuando detalló en qué contenedores depositó las bolsas tras descuartizar a su víctima en su casa de Manuel.

Cuando comenzó el actual estado de alarma, en la medianoche del 15 de marzo, la Comandancia de la Guardia Civil de València barajó la posibilidad de suspender la búsqueda, ya que se necesitaban todas las manos para garantizar la seguridad. Sin embargo, los responsables de la investigación, en manos del grupo de Homicidios de València y del de la UCO, que continúa en el caso, creyeron poco oportuno suspenderla, por lo que se ha mantenido.

Eso sí, los agentes de la unidad de seguridad ciudadana (Useci) que estaban siendo destinados al rastrillado de los residuos que las excavadoras van extrayendo del espacio acotado dentro del vertedero fueron redestinados a labores relacionadas con el estado de alarma y sustituido por personal civil contratado por el propio vertedero.

Así, la búsqueda, que supervisa diariamente un agente de Homicidios, no se ha suspendido en ningún momento, salvo cuando ha habido temporal de lluvia y/o viento, porque el rastreo corre peligro de volverse ineficaz. De momento, llevan algo más de la mitad de los 16.000 metros cúbicos acotados para el rastreo.

¿Dónde está Wafaa?

La otra gran incógnita sobre la que sigue trabajando el equipo conjunto de Homicidios de València y de la UCO es qué ha sido de Wafaa Sebbah, la chica de 19 años de la Pobla Llarga desaparecida hace casi cinco meses -el próximo día 17 se cumplirán- en Carcaixent, adonde se había ido a casa de un hombre que fue la última persona que la vio con vida y que ha sido interrogado varias veces por los investigadores.

Según las fuentes consultadas por este diario, ese equipo ha rastreado todo el entorno de la joven sin que, de momento, hayan encontrado pistas fiables y determinante que puedan hacer presuponer qué ocurrió, por lo que todas las hipótesis de una desaparición no voluntaria siguen abiertas.