Un bebé de solo cuatro meses de edad y de padres de origen chino falleció el pasado sábado por la tarde en su domicilio de la calle Espartero de València por causas que están siendo investigadas. El personal sanitario del SAMU trasladado al lugar intentó reanimarlo sin éxito y el juzgado de Instrucción número 21 de València, en funciones de guardia, autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de València, donde se le realizó la pertinente autopsia para determinar la causa exacta del fallecimiento del lactante.

Aunque se adoptaron todas las medidas oportunas que marca el protocolo como si se tratara de un caso de coronavirus, las fuentes consultadas indicaron que nada hace pensar que se trate de una muerte derivada por el virus en una persona tan pequeña, y cobra fuerza la hipótesis de una muerte súbita.

Asimismo, el forense descartó ya en un primer momento cualquier indicio de criminalidad en la muerte del recién nacido. De igual modo, y a falta de establecer la causa del fallecimiento, se le han tomado muestras que serán enviadas al Instituto de Toxicología de Barcelona. No obstante, ante la crisis del coronavirus y la gran demanda de pruebas, estos resultados podrían demorarse varios meses.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado en torno a las seis de la tarde cuando se recibió un aviso de un bebé que se estaba asfixiando en un piso de la calle Espartero de València. Hasta el lugar acudieron agentes de la Policía Nacional y una ambulancia del SAMU. Pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar al pequeño, de cuatro meses, éste falleció en el lugar.