Un juzgado de Machupicchu ha condenado a dos hombres a sendas penas de once años de prisión por la muerte de la valenciana de origen ecuatoriano Nathaly Salazar que desapareció en Cuzco en 2018 y cuyo cadáver todavía no ha sido encontrado. Los condenados, que reconocieron los hechos,deberán cumplir prisión por los delitos de homicidio imprudente, hurto y contra la administración de justicia.

Según se recoge en la sentencia, la víctima viajó a Perú con fines turísticos en septiembre de 2017. El 2 de enero de 2018 salió de un hospedaje de la ciudad de Cusco con dirección al distrito de Maras-Urumbaba para realizar turismo. Se subió en el taxi de uno de los condenados y en el trayecto, la joven le preguntó por el deporte de aventura Zip Line, en el que se usa una tirolina de larga distancia.

Tras avisar al otro acusado los tres se desplazaron a Ayamucco-Kcallaraccay-Maras para practicar este deporte de tirolina. El fallo aclara que el condenado que se iba a encargar del desplazamiento de la víctima no tenía experiencia ni capacitación alguna sobre el manejo y funcionamiento del Zip Line. Sin embargo, ambos cruzaron sin problemas varios tramos.

En uno de ellos, con una distancia de recorrido de 1.138 metros, y mientras llovía fuertemente, se desplazó en primer lugar la joven y, tras ella, el condenado. Se aceleraron a una velocidad mayor a la permitida, sin poder frenar, y la chica impactó contra la base del eje lateral de la plataforma del torreón de recepción. Como consecuencia, sufrió lesiones graves y, por falta de atención inmediata, falleció. Los condenados planearon deshacerse del cuerpo sin vida de la joven. Lo metieron en el maletero del coche y lo llevaron hasta una torre eléctrica desde donde lo arrojaron hacia el Río Vilcanota.

El cadáver jamás fue localizado y la familia de la víctima ha anunciado que recurrirá la sentencia.